Volcán de La Palma

El trabajo de Salvamento Marítimo en La Palma sobre el buque que vigila la llegada de la lava al mar

De entre los cientos de efectivos desplegados en la isla de La Palma tras la erupción del Cumbre Vieja, este miércoles destaca el trabajo de Salvamento Marítimo que, sobre su buque, vigilan la zona.

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Después de más de 10 días de la erupción del volcán de la Palma hay 650 efectivos de las diferentes administraciones públicas para proteger la seguridad de la isla, así como para la intervención, la observación y la investigación del fenómeno eruptivo. De entre todos ellos, este miércoles se destaca la labor de Salvamento Marítimo de Canarias, que vigila muy de cerca la gran delta formada por los materiales volcánicos tras su contacto con el mar.

La lava del Cumbre Vieja tocó agua por primera vez este martes pasadas las 23:00 (hora canarias), medianoche peninsular, a la altura de la playa de Los Guirres. La Guardia Civil despejó el puerto marítimo de Tazacorte a escasos minutos de que, lo que se llevaba esperando desde hace días, ocurriese. Los últimos comportamientos del volcán aceleraron el momento que, incluso ayer, los expertos no podían predecir con exactitud el día en el que sucedería.

La tripulación a escasos metros del delta de lava

Pese a la sorpresa, todos los equipos desplegados en La Palma estaban preparados para ello. Salvamento Marítimo ahora sigue muy de cerca la evolución del impresionante delta que ha formado la colada de lava en su punto de contacto con el mar. La 'Salvamar Alphard' es el buque elegido para que vigile la zona de exclusión marítima establecida por los equipos de emergencia.

Ellos, tal y como puedes ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, están a escasos metros de esa gran lengua de lava que ahora no deja de posarse sobre el agua. La gran columna de humo blanco que asciende del material volcánico, a más de 1.000 grados de temperatura, son impactantes.

"La tripulación actualmente embarcada es canaria, parte de ella de La Palma", explica uno de los efectivos a bordo. Viven con resignación esta emergencia. Sus familiares también han sido desalojados por la erupción del Cumbre Vieja. Aún así, no dudan en acudir a su deber: proteger a los isleños en un momento que difícilmente borrarán de sus mentes.

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