Unos días antes de las vacaciones escolares que acompañan a la festividad, los centros educativos inician a sus estudiantes en la tradición fallera. Las hogueras son normalmente hechas con trastos viejos que todos traen de casa.
La ceremonia se convierte cada año en una fiesta a la que asisten los alumnos en pleno y todos los profesores, además de algunas niñas ataviadas con el típico traje de fallera.