Tranquilidad en el barrio de la Bonanova tras el desalojo de los okupas

El pasado jueves 30 de junio a las 5 de la mañana se blindaba toda la zona colindante a los dos edificios okupados de la Bonanova, Barcelona. Estos inmuebles se habían convertido en un símbolo de la resistencia antisistema en la ciudad. De hecho, uno de los edificios llevaba más de 7 años ocupado.

Desde entonces el barrio se había convertido en foco de numerosos altercados y conflictos vecinales. Sobre todo en el último año ante las elecciones municipales por delante y el auge de grupos anti-ocupas como 'desokupa'. Desde entonces manifestaciones en ambas direcciones se fueron sucediendo y los encontronazos se acentuaron.

Ante un ambiente candente vecinos y okupas tuvieron que convivir, aunque las opiniones de quienes viven por la zona son diversas. Algunos dicen que no molestaban, pero otros aseguran que acumulaban suciedad, hacían ruido, e incluso lanzaban objetos. El malestar era palpable y finalmente se puso fecha al desalojo.

En el operativo intervinieron 300 agentes que tuvieron que entrar en una jaula móvil para protejerse de los objetos que les tiraban los ocupas. Finalmentede y tras 6 horas de intervención, se detuvo a 7 personas que están ya en libertad provisional, aunque el juez les puede recurrir en cualquier momento. Los detenidos se acogieron a su derecho de no declarar.

Ante este episodio, los antisistema convocaron ayer sábado una manifestación a la que acudieron unos 60 participantes que pronto se dispersaron en grupos y acabaron quemando dos contenedores y rompieron los cristales de algunos establecimientos.

Ahora los vecinos de la Bonanova aseguran que el ambiente está mucho más calmado, que se respira tranquilidad y sosiego y lo que esperan es que se sepa pronto qué va a pasar con ambos edificios.

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