La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a un hombre a tres años de prisión y a pagarle a la víctima más de 60.000 euros en indemnizaciones, por un delito continuado de estafa por usar diversas artimañas para que una mujer con la que fingió mantener una relación sentimental le entregase más de 50.000 euros.
El juicio, que inicialmente estaba previsto para febrero pero se suspendió, fue señalado nuevamente para este miércoles, 16 de mayo, pero no ha llegado a celebrarse al llegar todas las partes a un acuerdo de conformidad. A partir de ello, el Tribunal ha dictado sentencia 'in voce', que ha sido declarada en firme al renunciar todas las partes a recurrir.
El hombre, Adrián D.I. se ha mostrado conforme con los hechos relatados por la Fiscalía y con la pena solicitada, con lo que ha sido condenado a tres años de cárcel y a pagar una multa de 1.350 euros y una indemnización a la víctima de 53.000 euros por la cantidad estafada, 3.400 por los daños psíquicos y 5.600 euros por las secuelas.
Con ello, y pese a que no se aprecia ninguna circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal, el hombre -que ha llegado al juzgado esposado- ve rebajada la pena de prisión que pedía inicialmente el Ministerio Público y que ascendía a un total de cuatro años.
Según recoge el escrito de Fiscalía, en marzo de 2013, Adrián D.I., se creó un perfil falso en una red social de citas y, tras conocer a una mujer, fingió iniciar una relación sentimental con ella, siempre por medios telemáticos y telefónicos.
Una vez que ganó confianza con la mujer, empezó a pedirle diversas cantidades de dinero para, entre otras cosas, pagar una medicación para tratar la epilepsia; medicinas que le dijo que adquiría por 6.000 euros al mes en la embajada de Estados Unidos en Madrid.
Además, el hombre llegó a hacerse pasar por un compañero de trabajo de su personaje, para pedirle más dinero a la mujer diciéndole que su supuesto novio estaba inconsciente en el hospital y necesitaba pagar la medicación e intervenciones quirúrgicas.
En todo este tiempo, el hombre "siempre afirmó que le devolvería el dinero", que tenía bienes inmuebles y una herencia. No obstante, cuando ella dejó de darle dinero, él le dijo que "le arruinaría la vida, que lo tenía todo guardado", así como otros agravios como: "Te lo juro, te vas a arrepentir", y "ojalá te mueras que es lo que te mereces".