El truco para hacer el guacamole de forma fácil y rápida

Hoy, 16 de septiembre se celebra el Día del guacamole. De un tiempo a esta parte, la popularidad de este alimento y las recetas que derivan de este se han disparado como la pólvora. Tostas, ensaladas, tacos... todas estas son recetas que han dado popularidad a esta fruta, pero por encima de todas destaca la salsa de guacamole. Su sencillez y sabor la convierten el el rey de las cenas familiares y las quedadas con amigos. Lo que hace años se consideraba comida étnica, ha llegado a un nivel de popularidad tal que forma parte del menú el la mayoría de hogares.

El guacamole es, desde lejos, la primera receta que te viene a la mente cuando se piensa en cocinar con aguacate, debido a su sabor, sencillez de la preparación y poder hacerse con ingredientes que están en todas las neveras.

En la gastronomía mexicana, el aguacate es una preparación básica que acompaña a la mayoría de las recetas, Con el se acompañan tacos, tortas, molotes y todo tipo de guisos, la mayoría con una base decarne roja. Al importarse masivamente el aguacate a Estados Unidos en la década de 1990, se empezó a ver el guacamole en los centros de mesa, usándose como salsa, aperitivo o incluso plato principal. Para celebrar el Día del guacamole, te enseñamos la receta fácil para preparalo en pocos pasos.

Guacamole fácil y rápido

La clave para hacer un buen guacamole es precisamente mantener la sencillez en la preparación. En zonas como el norte de los EEUU, Japón o Canadá, donde tradicionalmente el aguacate se consideraba una fruta de lujo debido a su precio, se complementaba la salsa con mayonesa y la crema agria para aumentar su volumen. A día de hoy, el comercio de aguacate se ha extendido y sus precios se mantienen en márgenes más razonables, por lo que se puede seguir la receta original. Esta es la forma más fácil de hacer un buen guacamole.

Lo primero son los ingredientes. El guacamole tradicional, si seguimos una receta pensada para 4 personas, lleva:

• 2 aguacates medianos.
• 1/2 cebolla morada.
• 1 tomate.
• 1/2 limón o lima.
• Pimienta negra.
• Cilantro fresco.
• Chile jalapeño (opcional, pero recomendado si se quiere seguir la receta original).

Para la preparación, deberemos preparar el aguacate haciendo una hendidura perpendicular a la fruta con un cuchillo de cocina y cortar rodeando el hueso. Entonces, agarrando por cada una de las partes de corte, girarlas en sentido contrario de manera que se separen. Para retirar el hueso, dar un golpe firme con la hoja del cuchillo para que se clave y girar. Ahora, con la punta del cuchillo realiza cortes perpendiculares de un dedo o menos de grosor y luego repetir, pero en el sentido contrario. La fruta debería quedarnos marcada en forma de rombos. Para extraer la carne, puedes utilizar una cuchara sopera. Reservar.

A continuación, picar la cebolla, el tomate y si se quiere, el pimiento jalapeño. Añadimos, junto con el aguacate, aun mortero en el que quedará mezclar todos los ingredientes. Incorporamos sal y pimienta negra al gusto para seguir removiendo hasta que quede bien distribuido por toda la mezcla. En este momento, quedará picar un poco del cilantro fresco y añadirlo, removiendo ligeramente, reservando el limón o la lima para el final. Coge la mitad y exprímelo encima de la mezcla. Esto no solo le aportará sabor, sino que evitará que el aguacate se oxide, manteniendo la salsa fresca por más tiempo.

Una forma de llevar tu receta de guacamole al siguiente nivel es hacerte con un poco de aceite de sésamo, que le añadirá cuerpo a la mezcla y rearará la textura del plato. A nuestro gusto queda, si preferimos dejar el aguacate más entero o remover hasta que solo quede una pasta. Al fin y al cabo, el secreto para hacer el guacamole perfecto es que cada uno lo haga a su gusto.

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