Agresión sexual
El TSJC rebaja la pena al principal acusado de la 'manada de Sabadell' por la violación múltiple a una joven
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña rebaja de 31 a 22 años de cárcel la pena al principal acusado de la 'manada de Sabadell' por la violación múltiple a una joven . Los hechos ocurrieron en una nave abandonada en febrero de 2019.
- La sala civil y penal ha rechazado los recursos presentados por los condenados
- La sala considera que la versión de la víctima es "creíble"
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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) confirma la condena a tres de los cuatro procesados de la 'manada de Sabadell' por la violación múltiple de una joven en una nave abandonada de Sabadell (Barcelona) en febrero de 2019. Sin embargo, ha rebajado de 31 a 22 años de cárcel la pena al principal acusado.
En el auto, que se ha hecho público este lunes, se ha optado por estimar parcialmente el recurso del principal acusado, por lo que se le ha rebajado la pena hasta los 22 años. El TSCJ considera que, en lugar de cooperador necesario, actuó como cómplice, al igual que los demás.
"A entender de este Tribunal de Apelación, la lógica del sistema es o considerar a los tres acusados, o bien cooperadores necesarios o bien cómplices por los delitos en que han participado, pero lo que no tiene ningún sentido es condenar como cómplices a R. y a J. por los tres delitos de terceros en que participan, y en cambio, a M. A., cooperador necesario en los dos delitos en que participa" siendo que su "intervención o actuación es la misma".
Por otra parte, la sala civil y penal ha rechazado los recursos presentados por los condenados contra la decisión de la Audiencia de Barcelona, que condenó a uno de ellos como autor material de una agresión sexual y cooperador necesario de otras dos violaciones, a dos como cómplices por contribuir a generar un clima de terror y absolvió a otro por no estar acreditado que estuviera en el lugar.
La versión de la joven "es creíble"
La sala ha rechazado el argumento de la defensa de que la declaración de la víctima fue "muy preparada y muy técnica" y ha insistido, igual que lo ha hecho la Audiencia en su sentencia, en que la versión de la víctima es "creíble".
La apelación del principal incriminado ha reclamado, entre otras cosas, la vulneración de la presunción de inocencia basada en pruebas insuficientes, pero la decisión judicial ha subrayado que la declaración de la denunciante es "consistente, sin fisuras, persistente en el tiempo y ausente de toda nota de incredibilidad".
Además, los resultados del Instituto Nacional de Toxicología confirmaron la presencia de material genético en las muestras vaginal y rectal de la joven. Asimismo, el TSJC apunta: "Los términos que empleó durante su declaración en el juicio no fueron "exclusivamente jurídicos, sino de uso común y no denotan una preparación en la declaración, más allá de la necesaria asistencia psicológica que la víctima reconoció recibir".
Violación múltiple
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 2 al 3 de febrero de 2019. La joven, de 18 años, fue abordada por un hombre a la salida de un local de ocio de Sabadell. Éste la agarró del cuello, la puso contra la pared y la agredió sexualmente. Después la condujo a una nave ocupada que había sido sede de una sucursal bancaria.
Una vez allí, el primer agresor la llevó a un habitáculo donde la violó y fue obligada a mantener relaciones sexuales por turnos con otros dos hombres. Alrededor de las 7.30 horas, la chica consiguió escapar del lugar y dio con dos personas, las cuales la atendieron y la llevaron a la comisaría de la Policía Municipal.
Polémica por el incisivo interrogatorio
El juicio de este caso se celebró a principios del pasado mes de abril y levantó polémica después de que el fiscal, Eduardo Gutiérrez, sometiera a la joven a un incisivo interrogatorio. Por su parte, diversas asociaciones de fiscales salieron en defensa de Gutiérrez y explicaron que se trató de una estrategia para apuntalar el relato de la joven, que consideró "perfectamente verídico y creíble" en su informe final.
Aun así, varios sectores criticaron las constantes interrupciones del ministerio público, que llegó a cuestionar a la víctima sobre si estaba segura de lo que narraba.
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