Alberto Encinas, padre de una niña de 11 años liberada en Polonia tras ocho años secuestrada por su madre, ha asegurado que la niña ha tenido una reacción "increíblemente positiva" al reencontrarse con él y con el resto de su familia en Mallorca. "Estamos muy felices", ha subrayado.
Encinas ha acudido a la comandancia de la Guardia Civil en Palma para dar las gracias a los investigadores que le han permitido recuperar a su hija acompañado por la pequeña y por su abuela, Mari, y su tía, Elena, quien ha insistido en que la niña "no ha dejado de sonreír" desde que la recogieron la semana pasada del centro de menores polaco donde estaba tras la detención de su madre.
Sobre la madre pesaba una orden de búsqueda después de que la justicia determinara que había secuestrado a la pequeña, ya que no la devolvió a su padre como habían convenido en la Nochevieja de 2011, y la mantenía consigo, con frecuentes cambios de domicilio y sin mandarla al colegio para evitar que el padre pudiera encontrarla.
La Guardia Civil se hizo cargo del caso en 2017 y dos agentes de la Comandancia de Palma han realizado hasta cinco visitas a Polonia para recabar datos del paradero de la niña, a la que finalmente localizaron y la pusieron a disposición de su progenitor. "De vez en cuando nos cuenta algunos detalles: que cambiaba mucho de casa" ha explicado el padre, "que no iba al cole", añade la tía de Olivia, que apunta además que "está todo el día diciendo 'papá'; parece que no quiere olvidar que es su papá".
La niña, que en un primer momento no recordaba a su familia paterna, con la que se comunica en alemán, comenzará en breve a recibir clases particulares "para normalizar su situación", ha indicado Alberto Encinas, que confía en poder escolarizarla pronto. "Ha sido muy duro, más duro de lo que estáis imaginando. No podía dejar de buscarla pero no veía cómo dar con ella", ha relatado el hombre, que sufrió engaños y trabas por parte de la Policía y la Fiscalía de Polonia pese a que la justicia de aquel país, como la española, le había reconocido la custodia y ordenado la detención de la madre.
De hecho, la Policía polaca emitió un documento de identidad a la niña, que acudió a realizar el trámite con toda normalidad acompañada de su madre, pese a que la mujer estaba prófuga. "Era una lucha muy difícil hasta que entró en la investigación con energía la Guardia civil; entonces esto empezó a cambiar", ha enfatizado el padre, quien la semana pasada recibió el aviso del hallazgo de Olivia y se desplazó de urgencia hasta Polonia, donde un juzgado de Czestochowa había dictado una orden de entrega inmediata que se cumplió sin contratiempos.
El teniente de la Guardia Civil Manuel Martínez, que ha llevado el caso, ha expresado su confianza en que la resolución del secuestro de Olivia abra "una nueva línea de actuación", porque "aún quedan muchos niños (bajo secuestro parental) en Polonia".