El incendio forestal que se ha declarado esta tarde en Roses, y que se trabaja con la hipótesis de que haya sido intencionado, se encuentra estabilizado, y ha afectado a una superficie aproximada de unas 9,57 hectáreas, todas ellas dentro del Parque Natural del Cap de Creus.
Los vehículos que han trabajado en su extinción, según informan los Bomberos de la Generalitat, se irán retirando, aunque se mantendrá la noche de este domingo un dispositivo de cinco camiones, una unidad GRAF y un vehículo ligero, hasta que este lunes a primera hora se vuelva a valorar el dispositivo de extinción.
Asimismo, ha finalizado la recomendación de confinamiento de las urbanizaciones de Mas Fumats y Puig Rom y se han abierto todos los accesos a las zonas más próximas al incendio, pero el Servei Català de Trànsit mantiene cortado el tramo de la GI-614 que va de Roses a Cadaqués (Girona).
El agente rural Ignasi Dalmases ha explicado ante los medios de comunicación que, "con todas las reservas", todo apunta a que el incendio, con cuatro focos diferentes, "correspondería a un patrón de intencionalidad".
En el primero de los focos detectados se han quemado un total de 3,17 hectáreas; en el segundo, 3,2 hectáreas; en el tercero, 2,6 hectáreas y en el tercero 0,6 hectáreas.
El jefe del operativo de los Bomberos, Francesc Boya, ha comentado que "la gran complicación" que han tenido es que "había cuatro focos simultáneos y esto obliga a dividir los recursos que se tienen para atender los incendios".
La alcaldesa de Roses, Montse Mindan, ha defendido que se han tomado "todas las medidas preventivas necesarias", aunque el fuego se encontraba lejos de zonas residenciales, porque con el viento que suele soplar en la zona, la tramuntana, "todo puede ocurrir en un momento".
Sin embargo, ha dicho que "por lo que podría haber sido, todo ha ido muy bien" y ha agradecido su trabajo a todos los que han participado en las tareas de extinción, a la vez que ha deseado que no vuelva a ocurrir otro incendio parecido en las próximas semanas.
