La situación motivo de la denuncia fue comunicada a la policía por algunos vecinos: el día de la primera salida de los niños tras el confinamiento por el coronavirus había gente bebiendo bajo una sombrilla en la plaza Vicentica La Serrana de Xirivella (Valencia).
Los agentes acuden al lugar y se encuentran a un hombre, camionero de profesión, aficionado a las impresoras 3D -tiene tres- y que les explica que diseñó unas pantallas de protección contra el coronavirus en el ordenador. Cuenta que desinfectó una zona del suelo de la plaza con agua y lejía y colocó cinta aislante para delimitar las distancias de seguridad. Además, el propietario de un bar próximo había sacado una sombrilla para protegerse mientras repartía las mascarillas fabricadas en su casa. Sobre el alcohol, que fueron los padres de los menores los que bajaban con la cerveza en la mano de sus casas y se la tomaban mientras le hacía la visera a medida a cada niño. Dice que repartió 70 u 80 mascarillas. El tercer problema fue que se "alteró" al ver que le trataban "como si fuera un delincuente".
El resultado de toda la escena es que la Policía Nacional toma nota de una sanción por infracción grave a las medidas decretadas en el Real Decreto por el estado de alarma, cuyo importe va de los 3.000 a los 60.000 euros. Y a los padres de los niños se les tramitaron sanciones leves.