Los bomberos han tenido que achicar agua en Pamplona y localidades limítrofes a consecuencia de las tormentas registradas este miércoles, que, aunque no han producido incidencias significativas, han dañado el pavimento de la N-121 a la altura de Beriáin, por lo que el tráfico ha sido desviado.
La tormenta de la mañana del miércoles, que descargó 20 litros por metro cuadrado según la medición de la estación meteorológica de Pamplona, ha afectado también, entre otras localidades, a Noáin, Cordovilla, Esquiroz, Barañáin y Beriáin, donde se ha levantado una capa de asfalto de 5 por 2 metros a la altura del kilómetro 9 de la N-121 en el carril sentido Pamplona, informa el Gobierno Foral.
Inicialmente la Policía Foral ha regulado el tráfico dando paso alternativo por el segundo carril, aunque después lo ha desviado por una vía de servicio mientras personal del Servicio de Conservación de Carreteras procedía a la reparación de la calzada.
Además, entre otras incidencias, han intervenido para achicar agua embalsada en el polígono industrial de Beriáin y en Cordovilla, y se han formado balsas en las carreteras de la zona con encharcamientos que han remitido al cesar las precipitaciones.
La tormenta de la tarde del miércoles, que al igual que la de la mañana ha estado acompañada de fuertes precipitaciones de granizo en algunos puntos, ha provocado numerosas intervenciones de los bomberos para achicar agua en la vía pública, en bajeras, garajes, empresas y centros públicos.
Desde Aena han informado que, pese a las fuertes tormentas, no ha habido cancelaciones ni retraso de vuelos este miércoles. Aemet ha destacado que se mantiene el aviso por precipitaciones y fuertes tormentas en Navarra.