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EN CASTELLÓN
Una mujer reconoce haber atado a su hija con una cadena a una ventana tras sufrir un arrebato por su comportamiento
Condenan a una madre un año y medio de prisión por haber atado a su hija dos días con una cadena a una reja de hierro. Sufrió un arrebato debido a la actitud y comportamientos que presentaba su hija de 15 años, como hurtar, no ir al instituto o escaparse de casa por las noches. La pena ha sido suspendida por un periodo de tres años, tiempo en el que la acusada no deberá delinquir y deberá estar a disposición del tribunal para informar sobre cualquier cambio de domicilio.
Una mujer ha reconocido este martes en la Audiencia de Castellón haber atado a su hija con una cadena a la reja de hierro de una ventana tras sufrir un arrebato debido a la actitud y comportamientos que presentaba su la menor, tales como hurtar, no ir al instituto o escaparse de casa por las noches.
Así, en el juicio que se ha celebrado en la sección primera de la Audiencia Provincial, la mujer ha sido condenada en sentencia 'in voce' a un año y medio de prisión tras alcanzar un escrito de conformidad la fiscal y la defensa, aunque ha sido suspendida la ejecución de la pena por un periodo de tres años, tiempo en el que la acusada no deberá delinquir y deberá estar a disposición del tribunal para informar sobre cualquier cambio de domicilio.
La sentencia condena a la mujer por un delito de detención ilegal con la circunstancia atenuante muy cualificada de arrebato. Los hechos se produjeron el 19 de septiembre de 2017, cuando la procesada ató con una cadena a su hija -de 15 años, según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana-, sujetándola por una parte a un tobillo y en el otro extremo a la reja de hierro de la ventana de su habitación, en su domicilio de Castellón.
De esta forma, le impidió su libertad ambulatoria, hasta que dos días después la chica encontró un teléfono móvil sin tarjeta con el que pudo llamar a emergencias y se personaron en su domicilio la Policía y los bomberos para liberarla.
La acusada actuó de esta forma tras sufrir un arrebato debido al desbordamiento psicológico sufrido por la actitud y comportamientos de "riesgo" que viene presentando su hija, tales como hurtar, no ir al instituto o escaparse de casa por las noches.
En principio, el ministerio público solicitaba para la acusada una pena de prisión de cuatro años y seis meses, aunque, tras llegar a un acuerdo con la defensa, ha sido condenada a un año y medio de cárcel, medida que queda suspendida si cumple con los condicionantes establecidos por el tribunal.
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