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PROBADO CON ÉXITO EN RATONES

Científicos descubren un 'interruptor' en el cerebro para evitar comer compulsivamente

Las estadísticas dicen que comer de forma compulsiva es un trastorno que afecta, sobre todo, a las mujeres. Científicos de la universidad de Yale han descubierto que existe un 'interruptor' en el cerebro, una neurona que controlaría esos impulsos, y que puede ser manipulada para acabar con la obesidad.

Nuestro cerebro tiene una especie de botón que si lo apagáramos se podrían controlar los atracones de comida, ello según los experimentos llevados a cabo con ratones. Sin ciertos estímulos, los roedores ingieren un 35% más de alimentos: "Si se estimulan negativamente, lo que consiguen es que dejen de comer de esa forma compulsiva", explica María Luisa Ferrerós, neuropsicóloga.

Quizá la ingesta masiva de alimentos dependa de lo que podríamos llamar el 'interruptor del apetito'. El miedo a subirse a la báscula podría desaparecer porque se controlaría una enfermedad que nos lleva a ingerir hasta 6.000 calorías de una sentada.

Los que la sufren suelen padecer sobrepeso, y por lo tanto, controlar ese hipotético botón podría reducir los casos de obesidad, y evitar, según Virginia Lago, psiquiatra el "sufrir vergüenza, depresión, tristeza...".

El 25% de los españoles tienen problemas de obesidad que se podrían solucionar con este hallazgo.

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El momento de la detención

Detenidos dos atracadores de 83 y 63 años cuando asaltaban a punta de pistola una sucursal bancaria en Alonsotegi, Bizkaia

La Ertzaintza frustró el plan de los longevos ladrones que iban con la cara cubierta y armados con una pistola de fuego real y otra simulada.

Aceite adulterado

Vendían aceite de oliva extra adulterado con sustancias no aptas para el consumo humano

Desmantelado en el País Vasco un grupo dedicado a modificar aceite de oliva virgen extra y distribuirlo a conocidos centros de hostelería. Los primeros análisis han detectado aceites no aptos para el consumo humano El centro de adulteración clandestino donde realizaban las mezclas era la vivienda de uno de los detenidos, con precarias condiciones higiénicas y sin ningún tipo de control sanitario.