Las personas que mueren ahogadas en el mar o en piscinas es el dato más dramático de todos los veranos. La mayoría de ellos son a causa de accidentes o imprudencias y por no seguir las recomendaciones de los socorristas.
En estas circunstancias han muerto 300 personas. Este miércoles se ha vuelto a repetir una situación de rescate donde, afortunadamente, los afectados han salido con vida. En una playa de Torremolinos, Málaga, una pareja ha sido salvada de la tragedia después de ser arrastrados por la corriente.
Los socorristas se han tenido que lanzar a por ellos, que no han hecho caso a la bandera roja que señalaba el peligro de darse un baño en esas aguas. Los bañistas no pudieron avanzar ante la fuerza de la corriente con la suerte de que pudieron avisar a los socorristas con tiempo.
Hace unos días murió una persona en la misma playa, suceso que los propios rescatados presenciaron. Pero, a pesar de lo vivido, los bañistas no renuncian a darse un baño. Solo este verano son once los fallecidos, cifra que parece no alarmar a los turistas.
Este tipo de actuaciones no están sancionadas es muchos puntos de España. Muchos estudian multar a aquellos que se salten las indicaciones, ya que la mayoría de temeridades se producen cuando no están los socorristas.