La universidad tiene nombre de mujer. Su presencia es mayoritaria en las aulas y, además, rinden más y obtienen mejores notas en sus expedientes. Siete de cada 10 de nuestros universitarios consigue aprobar, y ese rendimiento académico es aún mayor en los alumnos de máster con un 87 % de aprobados.
Además, los campus universitarios son cada vez más internacionales porque muchos estudiantes extranjeros eligen nuestras facultades para ampliar estudios. En este curso ya se ha notado la subida de las tasas, con un precio medio de casi 18 euros por crédito, un 17 % más que el curso pasado, pero con un crecimiento desigual por comunidades.
Cataluña es la comunidad más cara. Sin embargo, Asturias y Galicia optaron por congelar sus matrículas. Fernando Morán, secretario general de Universidades, comenta que "así los estudiantes sólo se matriculan de aquello que pueden aprobar". Ése es el efecto para evitar el recargo en las terceras y sucesivas matrículas que castigan a los repetidores.
Las perspectivas de empleo condicionan la vocación. Curiosamente, han bajado las matrículas de algunas ingenierías y Arquitectura. Además, ha aumentado la presencia de los estudiantes mayores de 30 años en un 30% en los últimos cinco años. Los datos confirman que el riesgo de paro disminuye con una mayor formación.
