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ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DE HENARES
El uso de los tacos en el lenguaje se ha ido incrementando desde la democracia
El profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, Florentino Paredes, experto en dialectología, sociolingüística y lexicología, entre otros, indica que la ‘globalización’ en el uso de los tacos obedece, en parte, al aumento de este tipo de expresiones, que tradicionalmente estaban asociadas al habla masculina, entre las mujeres. También lo asocia a la utilización del "tú" en las relaciones incluso con desconocidos.
El profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, Florentino Paredes asocia el uso de los tacos en España a la llegada de la democracia. "Tienen relación con la posibilidad de hablar abiertamente de temas que estaban vetados socialmente en la época de la dictadura y con la tendencia a una sociedad más igualitaria”, señala. Constata además este lingüista que la proliferación de los tacos en el lenguaje va unido a el uso generlizado del "tú" para relacionarse con las personas.
En opinión del profesor de al UAH, la generalización del uso de tacos e improperios responde a que el hablante, ante una determinada situación que le causa sorpresa, disgusto o ira, solo es capaz de reaccionar con esos términos. "Lo que hay que evitar no es el taco esporádico y oportuno, sino su repetición, que empobrece a quien lo usa por no ser capaz de encontrar otros recursos que doten a su discurso de la fuerza necesaria", señala Florentino Paredes.
Las palabrotas se usan en contextos en los que hay algún tipo de violencia o ruptura, de transgresión social, de ruptura de lo convencional. Por eso, las palabras que se transforman en tacos suelen estar relacionadas con los temas que la sociedad considera tabú: el ámbito escatológico (mierda) el religioso (hostias, la virgen, copón), el de los defectos físicos o psíquicos (imbécil, idiota, estúpido) y, sobre todo, el sexual (joder, coño, cojones, polla, cabrón, hijo de puta, cornudo, maricón, etc.). Asimismo parece que tienen que cumplir algunos requisitos fónicos. Casi todas ellas contienen una consonante explosiva (p, t, k…). y, a veces, también la marca de que una palabra se ha convertido en una palabrota es el cambio en su pronunciación (huevos-güevos).
Por otra parte, Florentino Paredes explica por qué algunos tacos se utilizan unas veces como insulto y otras como elogio. "Tiene que ver con las relaciones que se dan entre los hablantes. Por lo general, insultar a alguien supone una ruptura de las relaciones personales, de manera que el insulto se debe manejar con muchísimo cuidado. No obstante, cuando el grado de familiaridad es muy alto, es posible utilizar este tipo de palabras sin que eso suponga conflicto. Si a un amigo le toca la lotería, es posible felicitarlo con un ‘¡qué suerte tienes, cabrón!’ sin que el aludido lo sienta como un acto agresivo", mantiene Paredes.
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