"Los vagabundos más vagos del mundo" en las calles de Madrid

Piden para comprar vino y cerveza sin necesidad y sin ninguna vergüenza. Duermen en la calle, sin responsabilidades ni agobios. Es, según nos cuentan, su filosfia de vida.

Un buen día Jose Manuel decidió dar un giro radical a su existencia: Tenía un buen trabajo, esposa y dos hijos, pero algo fallaba. Afirma que si no eres feliz tu obligación es cambiar de vida una y otra vez hasta que encuentres algo que te satisfaga.

Hace 10 años conoció a Owen, su compañero galés, un ingeniero informático al que no hemos podido poner cara, porque está arreglando su colapsada página web donde piden donativos con descaro.

Desde entonces han dado la vuelta a España 3 o 4 veces intentando ser felices y necesitar lo mínimo. Ahora están en Madrid. Mañana, cualquiera sabe.

La sinceridad es su lema. Sus perros Wiski y Resaca agradecen con mimo cualquier ayuda. Algo es algo.