Valencia coge aire para vivir cinco días de éxtasis colectivo en sus Fallas

La ciudad lleva días transformando su fisonomía para recibir a miles de turistas y valencianos durante los días grandes de sus fiestas, con centenares de calles cortadas, carpas y churrerías emergidas en cada uno de sus rincones y rebosando arte fallero en cada barrio con los monumentos que empiezan a tomar forma.

El anuncio de hoy de qué ninot infantil se va a salvar del fuego -mañana se conocerá al indultado de las fallas grandes- supone el pistoletazo de salida a una carrera festiva cuyo primer paso es ver cómo la ciudad amanece mañana y el domingo, impregnada de la ironía y la sátira que trasluce del arte fallero de sus monumentos.

Tras la plantà del fin de semana llegará el esperado momento de conocer y celebrar qué fallas infantil y grande son las mejores de este año de cada sección y, al margen de las actividades propias de cada comisión fallera, valencianos y turistas disponen de una agenda oficial repleta de actos.

Con la alegría de que el IVA a los monumentos falleros se ha reducido al 10% (una medida que repercutirá en las fiestas de 2015) y el reciente anuncio de que las fiestas josefinas serán la única candidata española a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, las Fallas arrancan así una nueva aventura de preludio primaveral.

De hecho, las previsiones apuntan a que las temperaturas serán cálidas y podrían alcanzar entre 23 y 25 grados en las horas centrales del día, lo que agradecerá el millón de valencianos y turistas que se espera que se muevan estos días por la ciudad.

Los visitantes ocupan prácticamente al cien por cien los hoteles del centro de la ciudad y los próximos a la playa mientras que las previsiones generales apuntan a que los establecimientos hoteleros estarán al 85 % de ocupación.

El cielo de Valencia comenzará a iluminarse con los castillos de fuegos artificiales a medianoche del sábado y podrán el colofón a cada día de fiesta hasta la esperada Nit del foc, en la madrugada del 19, a cargo un año más de la Pirotecnia Caballer y cuya espectacularidad anuncia que a la fiesta le queda poco.

La emoción y las lágrimas llegarán el lunes y el martes con la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados, cuya imponente estructura de madera ya luce en la plaza de la Virgen a la espera que 60.000 claveles blancos y rojos la vistan con el manto floral que lucirá los días siguientes y cuyo diseño es una alegoría de la esencia de la vida.

Son los días de más trajín, ya que desde primeras horas de la tarde las comisiones falleras, algunas llegadas de pueblos de los alrededores, desfilan por las calles más céntricas de la ciudad hasta llegar a los pies de la patrona. Bebés, niños, jóvenes, ancianos y hasta familias enteras desfilan emocionados ante las miles de personas que se arremolinan durante el kilométrico recorrido y los arenga con gritos de ánimo, piropos y aplausos.

El amanecer del día de San José anuncia que se acerca el fin de las fiestas porque esa noche los valencianos quemarán los casi nueve millones de euros que han invertido este año en sus monumentos, en su cita ritual con el fuego purificador que anuncia la llegada de la primavera.

Y no faltará la emoción al contemplar cómo las llamas devastan el arte fallero, los sueños y las fantasías para culminar un año de trabajo y fiesta, con la alegría de saber que las Fallas, como cada año, renacerán de nuevo de sus cenizas.