En Valladolid han optado por poner controles policiales a las puertas de las casas de algunas familias infectadas por coronavirus. Se trata de una medida drástica para frenar los niveles de contagio que no dejan de crecer en la provincia.
Castilla y León contabiliza un total de 42 zonas básicas de salud --diez más que el viernes-- cerca del confinamiento al arrojar tasas por encima de los cinco casos positivos por coronavirus por cada 10.000 habitantes, una situación en la que ya se encuentran inmersas las localidades de Iscar y Pedrajas en Valladolid y Aranda de Duero (Burgos).
La Consejería de Sanidad de Castilla y León ha anunciado este domingo que será mañana cuando arranque una "intensa campaña de vigilancia, control e inspección" en cerca de 12.000 centros de trabajo y establecimientos de esta comunidad para comprobar el grado de cumplimiento de las medidas establecidas en la normativa contra el coronavirus.
Bajo la coordinación de los servicios de inspección de la Consejería de Sanidad y desplegada en las nueve provincias de la comunidad, el objetivo de esta campaña, que se desarrollará a lo largo de agosto, será la inspección y sanción de encontrarse alguna irregularidad en materia de salud pública. Piscinas, mataderos, empresas e industrias alimentarias -incluidos sectores minoristas, tales como bares, restaurantes, carnicerías, distribución y venta alimentaria-, establecimientos sanitarios, oficinas y farmacias serán algunos de los lugares que serán visitados por estos inspectores sanitarios.