Vapeadores

Los vapers llegan a los colegios: un centro sevillano recoge firmas para exigir a Sanidad medidas urgentes

Uno de cada cinco jóvenes de entre 14 y 18 años reconoce vapear habitualmente. La situación se ha trasladado incluso a los centros escolares. En Sevilla, el AMPA de un colegio ha comenzado una recogida de firmas para exigir medidas eficaces al Ministerio de Sanidad.

Una persona fumando con un cigarrillo electrónico

Una persona fumando con un cigarrillo electrónicoEFE

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Los datos preocupan. Uno de cada cinco jóvenes españoles de entre 14 y 18 años fuman vapeadores habitualmente, según la última Encuesta de Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.

Se ha convertido, por así decirlo, en el 'juguete' del S.XXI. Tanto que, en los últimos meses, su uso se ha extendido hasta algunos centros escolares de nuestro país. Cada vez son más los alumnos de edades tempranas, de incluso 8 años según explican los profesores, los que se apuntan a esta peligrosa moda ligada a riesgos de salud.

Esto ha llevado al AMPA del CEIP Paulo Orosio a comenzar una campaña, basada en la recogida de firmas a través de una plataforma de internet, para exigir al Ministerio de Sanidad medidas urgentes que eviten eficazmente el acceso de los jóvenes a estos productos. El motivo, carencias en la regulación de esta especie de cigarrillos electrónicos y el vacío legal en torno a ellos.

"Hemos detectado que hay menores de edad que consumen de forma habitual cigarrillos electrónicos. Incluye a niños y niñas en edad escolar de la etapa de Educación Primaria", recoge la petición, iniciada el pasado 5 de junio. "Concretamente, tenemos información sobre centros educativos que han tenido que retirar estos productos a su alumnado desde la temprana edad de ocho años", señala.

Facilidad para comprar

Aunque estos dispositivos contienen menos sustancias tóxicas que el tabaco tradicional, siguen siendo perjudiciales para la salud de los menores. Lo subrayan los expertos, que ponen sobre la mesa la dependencia, incluso a otras sustancias, que pueden llegar a crear con el paso del tiempo, así como problemas respiratorios: tos, hiperreactividad bronquial o asma, entre otros.

Por este mismo motivo, son considerados la antesala del tabaco. A diferencia de este último, su venta no está completamente regulada. Si bien los cigarrillos tradicionales pueden venderse exclusivamente en puntos autorizados por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, los vapeadores pueden hacerlo en cualquier establecimiento: kioscos de gominolas, bares, tiendas de alimentación o bazares. También a través de internet, sin ningún tipo de control.

Además, aunque estos vapers desechables, tengan o no nicotina, están dirigidos supuestamente a mayores de edad, la realidad es bien distinta: "en la práctica observamos alarmados cómo los menores pueden comprarlos con total facilidad en un sinfín de establecimientos", explica el AMPA del colegio público sevillano. "Muestran colores y formas muy atractivas para el público infantil. Algunos, incluso pueden presentarse con apariencia de juguetes y con sabores similares a los de las chuches", añade.

Medidas efectivas para frenar su uso

La gran pregunta es cómo poner solución a este nuevo problema. Los padres insisten: debe regularse al igual que la venta de tabaco y conseguir que su venta sea igual de rigurosa.

Así lo recoge esta recogida de firmas, que solicita a Sanidad, entre otras cosas, "regular los establecimientos que puedan vender cigarrillos electrónicos; prohibir una apariencia atractiva de estos dispositivos para el público infantil y adolescente; acordar un riguroso control de edad del consumidor que los compra o regular un protocolo de actuación en los centros educativos para los casos en los que se detecte a alumnado con vapeadores".

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