Ataques
Vecinos de un pueblo de Tarragona denuncian el ataque que están sufriendo sus perros y gatos
El gato de una vecina ha llegado a ser atacado hasta en dos ocasiones con balas de 4,5mm.
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Hasta la fecha son pocos los vecinos que se han querido pronunciar sobre el presunto ataque que están sufriendo sus mascotas desde hace poco más de un año en el municipio tarraconense de Botarell, pero no se descarta que sigan apareciendo nuevos casos.
Elvira es dueña de dos gatos y una de las afectadas. La primera sospecha empezó el pasado mes de abril. Su gato llamado Cric sufrió una herida en la parte del "codo" -tal y como muestra la radiografía que facilita- tras dar un tumbo rápido en solitario por el pueblo. La ruta solo duró cinco minutos y fueron suficientes para que volviera con heridas.
Ante la sorpresa de su dueña, decidió ir al veterinario y, al examinarlo, vieron que Cric había recibido el impacto de bala de una pistola de balines o similar. Elvira interpone la primera denuncia ante la comisaría de los Mossos d'Esquadra pero poco se puede investigar.
Un nuevo ataque activa la voz de alarma
Poco se vuelve a hablar hasta que un nuevo impacto de bala hiere a otro gato del pueblo recién empezado el año. Ya son dos vecinos afectados y a un felino diferente. Hace escasas semanas, el diez de marzo un nuevo "perdigón" vuelve a dañar alrededor de la barriga de Cric. Aunque sin llegar al hueso, la herida es profunda y tiene que ser operado por segunda vez. "Todavía hoy se recupera de las heridas, camina cojo y tiene siete puntos en la pierna", asegura Elvira.
El veterinario del municipio -quién prefiere mantenerse en el anonimato- corrobora la sospecha: hay demasiada reincidencia de casos y no solo en felinos, también en perros que recibe en la clínica con un diagnóstico muy parecido. Se desconoce al supuesto autor o autora de los disparos.
El ayuntamiento de Botarell está puesto al día de este problema junto a los Mossos d'Esquadra de la zona. Poco más ha trascendido ni tampoco se sabe si hay una investigación en marcha aunque no se descarta ninguna hipótesis. "No sabemos quién puede ser ni tampoco quiero acusar a nadie, pero no es algo normal" insiste otra vecina.
Ante la incertidumbre de qué puede estar pasando, quieren que las denuncias lleguen a la policía e incluso se ponga remedio cuanto antes, de hecho Elvira relata "no dudo en llamar al SEPRONA, mañana vuelvo denunciar ante la policía ". Las balas de perdigones -o parecido- de 4,5mm que han conseguido extraer de las mascotas afectadas es la primera pista que indica que existe un posible caso de maltrato por parte de una persona hacia estos animales.
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