Vecinos de Triana, en Sevilla, intentan salvar 'in extremis' el centenario ficus de San Jacinto: "Es un atentado"

Con una gran pancarta con el mensaje 'Ni uno menos' un grupo de manifestantes se ha concentrado en la puerta de la iglesia de San Jacinto, en el sevillano barrio de Triana, para protestar por la poda del ficus ubicado frente a la parroquia. Consideran que es un "atentado incomprensible e inadmisible" y han advertido que permanecerán en el lugar porque es "la única forma de reivindicar".

Salvar el ficus 'in extremis'

La plataforma 'En defensa del ficus de San Jacinto' ha comunicado que los trabajos de poda previos a la tala se han realizado "sin considerar los beneficios ecológicos y ambientales que este árbol en concreto, en perfecto estado, ha dado y da al barrio de Triana". Además, la entidad ha explicado que existe una "falta de los cuidados adecuados para su conservación", por lo que "se le acusa de peligroso".

El organismo, que ha recogido firmas para intentar salvar el ficus, ha pedido que se paralicen los trabajos "hasta contar con estudios científicos de profesionales del arbolado independientes que completen la información antes de tomar la decisión de matarlo".

El Ayuntamiento respalda la tala por seguridad

La respuesta por parte del Ayuntamiento de Sevilla no ha tardado en llegar, que ha recordado que la tala del árbol centenario cuenta con la licencia del Consistorio tras el dictamen de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, sobre la afección a la integridad del templo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Dicha autorización se basa en "informes técnicos" que alertan sobre el "riesgo" al estar en "una zona de gran tránsito peatonal". Al respecto, el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha confesado que "es un día triste". "Nadie deseaba llegar a esta situación, pero compartimos la preocupación de la iglesia y respetamos su decisión técnica sobre el ficus de San Jacinto dado el gran riesgo para los viandantes y la estructura del edificio. Es un tramo de San Jacinto con mucha afluencia de peatones y es zona de paso tanto para el colegio, con cientos de niños, como para la iglesia a la que entran muchas personas todos los días. Una decisión difícil y triste para la ciudad y el barrio", ha matizado.

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