Botellones
Los vecinos de Vigo ya no aguantan más: destrozos y suciedad después de cada botellón
Los vecinos del centro de Vigo no pueden más. A los ruidos y la suciedad que se generan en los botellones se les suman los daños al patrimonio de la ciudad.
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Hay hasta tres botellódromos en el centro de Vigo. Un número que ha causado que el volumen de jóvenes que salga para participar en ellos también haya aumentado. Suciedad, gritos, ruidos, música hasta altas horas y desperdicios se han convertido en el día a día de los vecinos de las plazas de A Estrela, Portugal y el paseo de As Avenidas.
Ahora, además, existe una queja mayor que se ha extendido entre el vecindario. Y es que, desde hace unos días, las personas que se reúnen en estos botellódromos están atentando contra el patrimonio de la ciudad. El caso más grave lo encontramos en el edificio Cesáreo González, una de las insignias de la ciudad viguesa en lo referente a arquitectura racionalista: todo el bajo del edificio se ha llenado de pintadas. Un hecho que no ha dejado indiferente a los vecinos de la zona.
No es el único lugar, los grafitis o los garabatos se acumulan en las paredes y muros de las zonas en las que se reúnen los jóvenes por las noches. Y los edificios no están siendo el único objetivo de estos ataques: esculturas de la ciudad, como el Nadador de Francisco Leiro, también han aparecido cubiertas de pintadas.
La oposición pide que se cumpla la ordenanza
Desde la oposición, Partido Popular y Marea, piden que se cumpla con la ordenanza municipal de convivencia ciudadana y ocio. Es por eso que han acusado al Ayuntamiento de estar ignorando el desorden nocturno de la ciudad. Mientras, los vecinos esperan con temor a cada una de las mañanas después de un fin de semana o un festivo.
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