En el norte el mal tiempo está dejando playas desiertas y terrazas vacías. El sol es el que está de vacaciones y ello tiene consecuencias para los hosteleros y comerciantes. "La terraza vacía provoca que se pierda la mitad de las mesas; es una pérdida considerable tanto de clientes como de beneficios", explica un joven de la cafetería Gómez Fusión.
El mal tiempo ha causado una bajada de ventas de un 10-12%. Asimismo, las expectativas de récord en Cantabria han quedado abortadas, ya que algunos turistas han cancelado sus reservas al conocer el mal tiempo que está haciendo.
En julio las nubes se han impuesto con 50 horas menos de sol que la media del mes, lo que ha provocado que este verano se vendan más chubasqueros y paraguas.