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JUICIO POR EL CRIMEN DE PIOZ
La víctima del asesino de Pioz dijo que Patrick Nogueira "tenía visiones y oía voces, por lo que su hija tenía miedo de él"
Compañeros de trabajo de la víctima del asesino de Pioz, Marcos Campos, explican que les manifestó que Patrick Nogueira y su mujer, también asesinada, tenían una relación y por ello "quiso separarse de su sobrino".
Algunos testigos, compañeros de trabajos del tío de Patrick Nogueira, acusado del cuádruple crimen de Pioz, han asegurado que la víctima Marcos Campos les manifestó que desconfiaba de su sobrino y sospechaba que era amante de su mujer.
Así lo han señalado en su declaración como testigos en el segundo día del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara donde está siendo juzgado Patrick Nogueira, el asesino confeso de sus tíos y sus primos de 1 y 4 años en agosto de 2016 en una vivienda de la localidad de Pioz (Guadalajara).
Este testigo, Antonio Miguel O.M, ha señalado que Marcos estuvo trabajando con él unos meses en 2015 y en uno de los días le notó inquieto y preocupado por lo que se interesó. "Marcos me comentó que desconfiaba de su sobrino con su mujer, pensaba que estaba de amante y me pidió cambiar un día para 'pillarlos' porque se había encontrado un mensaje en el móvil de su mujer diciendo que Patrick tenía un cuerpo bastante agradable", ha señalado.
En este sentido, ha señalado que a partir de esta situación Marcos "quiso separarse de su sobrino", si bien ha señalado que "aunque desconfiaba de su sobrino", no creía que tuviera" mala intención contra su persona".
Otra de las personas que trabajó con Marcos en un restaurante también ha reconocido que la víctima le había confesado alguna vez que desconfiaba de su sobrino por una posible relación con su mujer. Por otra parte, ha señalado que Marcos no tenía dinero, "vivía de prestado", y ha señalado que le pidió dinero y le consta que pidió a más gente y que los padres de Patrick también le dieron.
También ha señalado que Marcos le dijo que "su sobrino tenía visiones y oía voces por lo que su hija tenía miedo de él".
Tanto el Ministerio Fiscal como acusaciones particulares solicitan para el acusado prisión permanente revisable, mientras que la defensa pide siete años y seis meses por cada uno de los asesinatos de los dos niños y cinco años por los homicidios de sus tíos.
Los hechos que se juzgan ocurrieron el 17 de agosto de 2016, cuando Patrick Nogueira acudió al chalé de Pioz donde vivía su tío, Marcos Campos, la mujer de este, Janaina Santos, ambos de 39 años y procedentes de Brasil, y sus dos hijos, de 1 y 4 años, y acabó con la vida de su familia.
A los dos adultos los mató, descuartizó y metió en bolsas de plástico y a los dos niños, tras asesinarlos, los guardó también en bolsas de plástico. Los cuerpos sin vida de los cuatro miembros de la familia no fueron descubiertos hasta un mes después, en concreto el 17 de septiembre de 2016, cuando un empleado de mantenimiento alertó a los vigilantes de seguridad de la urbanización del mal olor que procedía de la vivienda.
Nogueira estaba obsesionado con su tío, según una compañera de piso
Pilar R., una compañera de piso de Patrick Nogueira, ha subrayado que el acusado de los crímenes estaba obsesionado con su tío, Marcos Campos, una de sus víctimas.
Esta testigo ha declarado en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara y ha dicho que compartió piso con Nogueira entre mediados de junio y finales de agosto de 2016, se llevaba muy bien, salían a tomar algo y compartían las tareas de la casa sin problema alguno.
"Era obsesivo e insultaba a su tío"
Pilar R. ha reconocido que en varias ocasiones Nogueira se refería a su tío Marcos, del que hablaba "mal", aunque no recuerda lo que decía exactamente, pero "era muy obsesivo" y le "insultaba". Cuando hablaba de este pariente, su compañera de piso le calmaba, ha continuado la testigo, quien ha señalado que incluso cuando iba a alguien a la casa, Nogueira les hablaba de su tío.
De todos modos, ha definido al acusado como una persona "alegre" y "bromista" con ella y ha dicho que nunca observó en él un comportamiento agresivo, aunque le notó raro el 18 de agosto (supuestamente cometió los crímenes dos días antes) cuando ella volvió de vacaciones y pasó unas horas en la casa para irse después tres días a Badajoz. Cuando llegó, la casa estaba desordenada, había botellas de alcohol por las mesas, vómitos en el baño, platos sin fregar y el acusado encerrado en su habitación.
Su compañera de piso volvió de Badajoz y la actitud de Nogueira seguía siendo extraña, en opinión de Pilar R., quien ha relatado cómo el día 28 de agosto, cuando ella se vio obligada a dejar la vivienda porque iba a ser ocupada por tres italianas, su compañero ni siquiera le ayudó con la mudanza, como había prometido.
Patrick Nogueira la abrazó y le dijo que era la última vez que se iban a ver. Según ha relatado la testigo, de su infancia Nogueira solo le comentó que había tenido problemas con la bebida, aunque ella no observó que tomara alcohol más de la cuenta cuando salían. Ha indicado también que manejaba siempre dinero en efectivo, que le enviaban sus familiares desde Brasil.
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