La víctima de la presunta agresión sexual múltiple en Manresa (Barcelona) ha relatado en la Audiencia de Barcelona que en todo momento se sintió intimidada y asustada porque los agresores se pasaban una pistola.
Protegida por un biombo que la separaba de los siete acusados (que la podían ver declarar en una pantalla que estaba grabando su testimonio), la víctima, que tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos, ha explicado que solo recuerda "flashes" de lo ocurrido porque cree que le pusieron alguna droga en la bebida, aunque ha confirmado recordar a tres de los acusados forzándola.
Ha explicado que ella se sentía atemorizada porque algunos de ellos se iban "pasando la pistola entre los tres", y ha dicho que recuerda que ella estaba en el suelo llorando y tener a una persona encima con gafas.
A los otros acusados, ha dicho que cree que la forzaron porque su amiga Melody, que estaba con ella en la fiesta, se lo ha contado, y ha añadido que uno de los flashes que tiene es que varias personas se estaban masturbando en la caseta donde ocurrieron los hechos.
El juicio empezó el pasado martes con la declaración de los siete acusados, que negaron su implicación en los hechos: a seis de ellos la Fiscalía pide condenarlos por delito de abuso sexual --y no de agresión sexual ya que no se observa uso de violencia-- y la acusación particular por agresión sexual, mientras que el séptimo está acusado por presunta omisión de socorro.
El fiscal pedía en su escrito de acusación penas que van desde los diez años de prisión hasta los 19 años y seis meses para los seis acusados, y para el séptimo, que solo está acusado de un delito de omisión de socorro, una multa de 4.320 euros. Los hechos ocurrieron la noche del 29 de octubre de 2016 en una fiesta en una fábrica abandonada en el Camí Torre d'en Viñas de Manresa, a la que acudieron los acusados y en la que había unas 20 personas, en su mayoría menores, según el relato del escrito de acusación de la Fiscalía.