Okupas Barakaldo

Vídeo: Varios okupas intentan entrar de nuevo en la vivienda de Barakaldo y terminan agrediendo a policías y vecinos

El interior del piso se podía contemplar completamente destrozado, incluso lo describían como una "pocilga".

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El segundo día de protestas contra la ocupación de una vivienda en el centro de Barakaldo ha finalizado este martes de una forma inesperada. Un grupo de desconocidos que participaba en la movilización consiguieron entrar al interior del inmueble, el cual acababa de ser desalojado de los okupas que habían entrado en la vivienda. El interior del piso se podía contemplar completamente destrozado, e incluso lo describían como una "pocilga".

El desenlace ha dejado caras de perplejidad y exclamaciones de júbilo entre los manifestantes. Esto se debe a que a que el desalojo de la vivienda deja un escenario legal un tanto confuso, ya se había denunciado la ocupación hace ya algo más de dos semanas y el caso estaba siendo judicializado y parecía que el desalojo de los inquilinos ilegales estaba más lejos que cerca.

Agresión de los okupas a la policía y vecinos

Los okupas intentaron volver a la vivienda para recuperar sus pertenencias, un hecho que acabó con peleas y agresiones por parte de los okupas a la policía y a varios vecinos. Asimismo, todos los okupas, de edades comprendidas en 20 y 25 años, fueron detenidos exceptuando a uno que huyó despavorido y aún no ha sido detenido. Los okupas, al encontrarse la cerradura cambiada, destrozaron parte de la puerta y objetos de la entrada.

Los vecinos exigen leyes más eficaces

El portavoz de la manifestación no descarta que se vuelvan a repetir estas ocupaciones. De hecho, las marchas, en las que venían participando un centenar de personas, partieron a las 19.00 horas de la Herriko Plaza para finalizar frente a la vivienda, en el número 14 de la calle Gipuzkoa, y mostraban por lema 'Barakaldo no se ocupa'.

"Si el problema no se resuelve, seguiremos protestando. Esto no puede ser un 'viva la virgen' y que se les permita acceder a una vivienda. Si yo ahora entro en un coche en el que no hay nadie estoy seguro de que me detienen", denunciaba el representante de los manifestantes.

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