Volcán La Palma

El viento desplaza las cenizas del volcán de La Palma hacia el sur, pero sigue preocupando la calidad del aire

El volcán se encuentra en una fase intermitente. Está expulsando una gran cantidad de cenizas que se dirigen hacia el sur, pero preocupa la calidad del aire.

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El volcán de La Palma está cambiando su comportamiento, pero los expertos señalan que este hecho no significa que se esté apagando. Por delante, como mínimo, le quedan dos semanas más de erupciones. Además, el viento está desviando las cenizas hacia el sureste y las está alejando del aeropuerto.

De momento, se mantienen las recomendaciones por la baja calidad del aire porque en algunas zonas, como Los Llanos de Aridane, por la concentración de partículas es desfavorable. El volcán también sigue emitiendo lava y se concentra en las coladas previas y están siguiendo los mismos caminos y eso es bueno porque no provocarían más daños. Ahora mismo, están creciendo en altura. Los expertos afirman que están muy pendientes de ese crecimiento por si se produce algún desbordamiento. Hoy se puede apreciar una densa y enorme columna de humo que indica que el Cumbre Vieja está expulsando gran cantidad de ceniza.

La actividad sísmica continúa, pero también parece que es es menor. En las últimas horas se han registrado 30 terremotos.

Baja calidad del aire

El volcán de La Palma tiene mil caras y hasta ahora se han visto tres: grandes cantidades de gases, fuertes erupciones de lava y ahora se registran enormes columnas de ceniza. De momento, el viento las está llevando hacia el sur, lejos de zonas pobladas. Pero si cambia la dirección, podríamos volver a ver casas sepultadas y carreteras cortadas. Todo está a merced de la meteorología y del comportamiento del volcán. Ahora se encuentra en una fase intermitente.

"Ayer por la tarde parecía que se estaba viniendo abajo, pero se reactiva, tenemos una erupción a pulsos. No se para, vuelve a recargar", dice Luis Somoza, vicedirector del IGME. Aunque la calidad del aire ha mejorado, siguen registrándose partículas perjudiciales para la salud. Por eso se mantienen las medidas preventivas, como el uso de la mascarilla. La emisión de azufre en la atmósfera siguen siendo alta.

Eleazan Padrón, vulcanólogo de Involcan, afirma que "esto no implica que la erupción vaya a finalizar en un periodo corto". La lava continúa fluyendo sobre las coladas. En menor cantidad, eso sí, pero los expertos no les quitan ojo. "Es como los suflés, sube hasta arriba pero no se expande", dice el vicedirector del IGME. Ahora se ha registrado ese manto de color verde en el volcán. Es azufre depositado por la bajada de temperatura. Habrá que estar muy atentos porque el volcán de Cumbre vieja sigue siendo impredecible.

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