Estafa

Vuelven los timos de toda la vida: "la estampita" y "el tocomocho"

La Guardia Civil advierte de que las estafas de toda la vida siguen afectando a las personas de la tercera edad y que nadie debe bajar la guardia porque hay auténticos profesionales del timo.

Ojo con esta nueva estafa: se hacen pasar por Iberia para tratar de robar tus datos bancarios

Aunque vivimos en plena era digital y, por desgracia, en alerta frente a, entre otros, los engaños como el Phishing, compras por internet que no llegan o SMS fraudulentos. Las estafas tradicionales se siguen realizando y los timadores suelen abordar a las personas más mayores para ganarse su confianza y apoderarse de su monedero.

El tocomocho es una estafa centenaria que deriva de la expresión "toco mucho" y el modus operandi de estos individuos consiste en ofrecer décimos de lotería supuestamente premiados a cambio de un precio menor que el valor de estos billetes. También los timadores piden ayuda; le hacen entender a la víctima que no pueden cobrarlo por cualquier motivo y necesitan su colaboración. A todo esto, se suma un segundo estafador compinchado que verifica la autenticidad del número premiado ante la víctima, con el objetivo de ganarse al completo la confianza de estas personas.

Por su parte, la Policía Nacional advierte de un repunte del tocomocho en la ciudad de Sevilla; aconseja desconfiar y siempre comprobar los números premiados en los puestos oficiales de Loterías y Apuestas del Estado.

Otra de las estafas tradicionales es el timo de la estampita, conocido por la película Los Tramposos (1959) e interpretado entre otros por Tony Leblanc, una praxis muy antigua que hoy en día se sigue utilizando.

El estafador se hace pasar por una persona con poca inteligencia o con algún tipo de discapacidad; ofrece un sobre de billetes falsos y de gran valor a cambio de una cantidad de dinero mucho menor. La víctima cree que está haciendo un buen negocio; se queda con el sobre, pero dentro solo hay papel sin valor alguno.

Ante esta situación, la Guardia Civil aconseja desconfiar de ofertas demasiado buenas y ante la mínima duda consultar con la policía por si hubiera que denunciar a estos timadores clásicos.