El 20% de los españoles afirma que no tendría problema en implantarse un chip bajo la piel. Algunas empresas belgas y suecas ya lo hacen desde hace unos años.
Implantar este tipo de chip cuesta 70 euros a las empresas y permiten a los empleados abrir puertas, hacer fotocopias o acceder al aparcamiento.
En España es muy complejo que se implante por la protección de datos. De momento un teléfono móvil da más información sobre nosotros que un chip pero todo cambiarán con el 5G.
"Cuando salgan al mercado los chips 5G al mercado todo cambiará porque estarán siempre encendidos y revelarán información del usuario", explica Juan Velasco, experto en ciberseguridad.
Para algunos es todo un avance pero para otros es algo invasivo. Otra pregunta que se plantean es: qué hacer con el chip cuando cambiamos de empresa. De momento no hay respuesta para eso pero lo cierto es que el futuro está debajo de nuestra piel.