Cada vez son más personas las que tienen drones, ya sea para uso recreativo o profesional, pero son pocos los que conocen las normas para pilotar este vehículo aéreo e incluso las multas a las que se pueden enfrentar si no cumplen las leyes.
En 2017 entró en vigor el Real Decreto 1036/2017, la legislación que regula la utilización de aeronaves pilotadas por control remoto (drones) para establecer los escenarios y requisitos en los que se podrán pilotar.
Este lunes, el proveedor de la navegación aérea en España, Enaire, anunció la paralización de los vuelos en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas ante la presencia de un dron particular en el espacio aéreo, una actividad considerada infracción grave y que puede llevar a sanciones de hasta 200.000 euros.
Las normas básicas para pilotar drones en España recogen que se debe evitar su vuelo en las proximidades de aeropuertos y aeródromos ni en condiciones meteorológicas inadecuadas como lluvia, niebla o viento.
Estas normas se deben, sobre todo, al peligro que conllevaría el choque de un dron con una aeronave. Según recoge un estudio llevado a cabo por ingenieros de la Universidad de Dayton, en Ohio, los drones pueden causar graves daños estructurales en los aviones.
La recreación que se puede ver en el vídeo simula el momento en el que un dron DJI Phantom 2 (uno de los más vendidos del mercado), que tan solo pesa un kilo, impacta contra el ala de una avioneta Mooney M20 a una velocidad de 300 kilómetros por hora.
La recreación muestra cómo el dron rompe parte del borde del ala y deja un gran hueco en esta, lo que muestra que si este impacto se hubiera producido realmente, la avioneta se hubiera visto en serios problemas.
Otras normas para pilotar un dron
Si el usuario desea volar su dron de noche, además de tener en cuenta las condiciones meteorológicas, también debe utilizar uno que no pese más de 2 kilos y a una altura que no supere los 50 metros.
A pesar de no necesitar ser piloto para poder volar drones, Enaire subraya que debe hacerse con seguridad y tener el dron siempre a la vista, sin superar los 120 metros de altura. Además, si el que vuela el dron es menor, siempre debe hacerlo bajo supervisión de un adulto.
Si al volar el dron se causan daños, quien lo pilote se convierte en responsable. Por ello, es recomendable contar con un seguro a terceros.
Por su parte, para poder volar un dron con fines profesionales es necesario estar habilitado en AESA, tener certificado de piloto de drones y un seguro de responsabilidad civil específico.
Para volar en espacios aéreos controlados se necesita contar con un certificado que demuestre que el usuario tiene los conocimientos necesarios en comunicaciones e idiomas utilizados entre controladores y pilotos. También se necesita realizar un estudio de seguridad.
Además, tampoco se puede trabajar con un dron sin autorización sobre edificios y personas o de noche, entre otras cosas. Infringir este tipo de normas puede llevar a multas de hasta 4,5 millones de euros, según la gravedad.
El aeropuerto de Madrid no ha sido el único que ha sufrido el cierre de su espacio aéreo debido a un dron. El aeropuerto londinense de Gatwick, el segundo más importante del Reino Unido, suspendió sus vuelos por la presencia de varios drones en las cercanías de la terminal. El cierre afectó a unas 110.000 personas, que tenían previsto despegar o aterrizar en unos 760 vuelos que se iban a desarrollar en plena temporada navideña.