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A LA ESPERA DEL JUICIO DE EXTRADICCIÓN A EEUU
Dotcom vende sus coches de lujo para financiar su batalla legal contra EEUU
El empresario Kim Dotcom, en libertad condicional en Nueva Zelanda a la espera del juicio de extradición a EEUU, ha vendido varios coches de lujo para financiar sus gastos legales.
El fundador de Megaupload acusado de piratería informática y actualmente en libertad condicional, Kim Dotcom, ha vendido varios coches de lujo para financiar sus gastos legales, ya que se encuentra a la espera del juicio de extradición a EEUU.
El dinero recaudado de las ventas de estos coches pasará a manos de un representante legal oficial hasta que se resuelva la querella en torno a los bienes que se le confiscaron a Dotcom en el operativo policial realizado en enero pasado en su mansión a las afueras de Auckland como parte de un vasto operativo policial.
La colección del fundador del portal Megaupload comprendía más de una docena de lujosos coches Mercedes-Benz, Cadillacs y un raro modelo Drophead Coupe de Rolls Royce, según Fairfax NZ News.
El abogado Greg Towers, que forma parte del equipo legal que defiende a Dotcom, confirmó que seis de estos lujosos vehículos fueron vendidos a un consignatario de coches, mientras que otros dos se encuentran en la ciudad de Auckland.Asimismo se subastará uno de los Mercedes que han sido desmantelados.
Según Fairfax, la venta de tres coches último modelo Mercedes, dos Mini Coopers y un Toyota Hilux superó los 412.000 dólares (314.455 euros), mientras que el Rolls Royce Phantom se oferta a 329.557 dólares (251.531 euros) y el Mercedes CL63 a 156.553 dólares (119.487 euros).
Dotcom, junto a tres ejecutivos de Megaupload que fueron detenidos en enero pasado cuando también se cerró el portal de descargas, está a la espera del inicio de su proceso de extradición a Estados Unidos previsto para marzo del próximo año por supuesta piratería informática y otros delitos.
Estados Unidos acusa a Megaupload de haber causado más de 500 millones de dólares (unos 381 millones de euros) en pérdidas a la industria del cine y de la música al transgredir los derechos de autor y obtener con ello unos beneficios de 175 millones de dólares (unos 134 millones de euros).
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