En Barcelona ha comenzado este martes el Congreso Mundial de Ciudades Inteligentes. Más de 300 urbes de todo el mundo buscan las novedades tecnológicas para convertirse en lugares más sostenibles y más accesibles.
Evolucionamos a un ritmo vertiginoso y las nuevas tecnologías serán determinantes en las ciudades del futuro. En estos congresos se buscan medidas como el ahorro energético, y también mejorar la calidad de vida.
Avances como pagar con la misma tarjeta un billete de autobús, o si lo prefiere recoger una bicicleta que se encuentre en cualquier punto de la ciudad. Jordi Marín, Director de la compañía tecnológica Ciudad Inteligente señala que "las ciudades del futuro tienen que responder a ese ciudadano tecnológico, hiperconectado y que quiere interaccionar".
Con los smartphones las oportunidades ya son innumerables, ejemplos como conectar el bluetooth y que un semáforo detecte nuestra presencia y cambie a verde para que podamos cruzar o abrir un contenedor con una pulsera.
Otro de los objetivos es reducir el consumo, un ejemplo: las farolas conectadas a un software que sólo se encienden cuando alguien pasa por debajo. Están basadas en sensores, y en atenuación de las luces, ahorrando de hasta el 65% en el presupuesto de las ciudades, señala uno de los expertos.
El futuro de la movilidad está en los coches eléctricos que ahora se pueden recargar en tan sólo quince minutos.
Son medidas para conseguir una vida más cómoda que a la vez también respete nuestro planeta.
