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166 AINVERSARIO DE SU NACIMIENTO
Los huevos de Pascua de Carl Fabergé llenan Google
El buscador homenajea al joyero ruso con un 'doodle' sobre sus famosos huevos de Pascua, objetos que hicieron famoso al diseñador y que han llegado a alcanzar los 18 millones de dólares en subastas.
Google homenajea al joyero ruso Peter Carl Fabergé en el 166 aniversario de su nacimiento con uno de sus originales 'doodles'. Los huevos de Pascua de Fabergé se han convertido en una de las obras más importantes de este artista, quien comenzó a fabricarlos a petición del zar Alejandro III como regalo para su mujer, la zarina María.
La originalidad de los 'doodles' de Google vuelve este miércoles en forma de huevos de Pascua. Acostumbrados a los diseños del equipo de Mountain View, los usuarios del buscador más famoso de Internet deben encontrar el logotipo de la compañía entre estas pequeñas obras de arte de Peter Carl Ferbergé. Con este nuevo y "lujoso" 'doodle', la compañía recuerda al joyero ruso en el que sería el 166 aniversario de su nacimiento.
En sustitución del inconfundible logotipo de Google seis pequeños huevos de Pascua aparecen en la página principal del buscador de Internet. Aunque es fácil adivinar lo que se esconde dentro de estas pequeñas obras de arte, tan solo la g y la e de la palabra Google se dejan ver en este nuevo 'doodle'. El oro, el lujo y la delicadeza con que estos pequeños huevos representan tienen cabida en la página de Google para homenajear a su creador. La historia de los huevos de Pascua de Peter Carl Fabergé se remonta a la época de los zares rusos, en torno al año 1883.
Fue este mismo año cuando el zar Nicolás III, le encargó al orfebre Fabergé la creación de un huevo de Pascua para regalárselo a su mujer, la zarina María. Fabergé fabricó una pieza exclusiva que consistía en un huevo con cáscara de platino que contenía dentro uno más pequeño de oro. Al abrirse este último, se encontraba una gallina de oro en miniatura en la que se podía apreciar sobre su cabeza una réplica de la corona imperial rusa.
Este particular regalo le gustó tanto a la emperatriz que el zar ordenó a Fabergé que realizara uno nuevo para cada Pascua. En total, once fueron los huevos que Alejandro III le regaló a su mujer.
Más tarde, su hijo Nicolás II continuó con esta tradición y mandó a realizar otros para regalarle a su mujer y a su madre. Los 57 huevos que confeccionó la casa Fabergé tenían en su interior algún obsequio, réplica en miniatura de una de las pertenencias de los zares.
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