Los espectadores han sido mordaces en sus críticas ala serie sobre Felipe y Letizia. En las redes sociales pueden leerse perlas como estas: "A Luis XVII y a su familia les pasaron por la guillotina en Francia, esto es mucho más cruel".
En Twitter algunos comentarios están ligados a la realidad política como este: "Se confirma: encuentran el guión original de #FelipeyLetizia en un cajón del despacho de Anasagasti".
En esta red social alguno se atreve a ir más lejos y ve la serie como el primer paso para el advenimiento republicano: "La III República empieza hoy y la patrocina Telecinco".
Algunos giros de guión y diálogos despertaron la imaginación de los internautas. El chándal que lucía Juanjo Puigcorbé interpretando a Don Juan Carlos en la intimidad fue la diana de muchas burlas, como este comentario en Facebook: "Me llena de orgullo y satisfacción hacer mis compras en Decathlon".
Los twiteros se despacharon a gusto durante la emisión del primer capítulo y se frotaban las manos ante la cita con la segunda entrega de la denominan como "mejor comedia de la temporada". Un modo de captar audiencia que seguro no es del gusto de los responsables del proyecto.
La crítica especializada también se ha cebado con la mini serie sobre la historia de amor de los Príncipes de Asturias resaltando la poca credibilidad de los personajes y la escasa verosimilitud de la trama.
En 'El País' puede leerse: "El principe es un panoli, Letizia una mandona y el Rey bobo", destacando el carácter bufonesco de la representación de los personajes.
Por su parte el crítico de 'El Mundo' destaca en su blog que hacía mucho tiempo que no se reía tanto con un producto televisivo, tachándolo de "histórico despropósito".
Aunque en los medios está extendida la idea de que es bueno que hablen de uno, aunque sea mal, no parece que la Casa Real sea de la misma opinión. Desde la Zarzuela se guarda silencio oficial. Extraoficialmente ha trascendido que ni los Príncipes ni los Reyes se han reconocido en unos personajes que rayan la caricatura... real.
