Coches
La lección que aprendió Toyota tras destripar un Tesla
Tesla se ha erigido como el adalid del coche eléctrico. Y sus avances y éxitos ya no son contemplados con escepticismo por el resto de la industria del automóvil, y las marcas más tradicionales, sino como el nuevo paradigma para crear coches eléctricos de baterías competitivos.
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Con sus controversias, y sin ellas, Tesla está marcando el rumbo de la industria del automóvil, que analiza los éxitos de la marca de Elon Musk para diseñar su propia estrategia en la transición hacia el vehículo eléctrico.
En los últimos meses hemos visto cómo, tras la importante rebaja de precios que ha aplicado Tesla en sus coches, otros fabricantes hacían lo propio rebajando el precio de acceso a sus coches eléctricos. Una serie de movimientos que según apuntan cada vez más voces, tal vez prematuramente, podría ser el comienzo de una guerra de precios en el mercado del vehículo eléctrico que, necesariamente, debería beneficiar a los consumidores.
Pero la evolución y los éxitos de Tesla, que el pasado año entrego 1,3 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo, están provocando reflexiones y transformaciones mucho más profundas en la industria del automóvil.
Toyota, referente de la industria, y la influencia de Tesla
Toyota es y ha sido uno de los fabricantes más influyentes de la industria del automóvil en el presente y el pasado siglo. Los paradigmas industriales definidos por Toyota en la década de los años 30 del siglo XX han marcado el proceder ya no solo de la fabricación de coches, sino también de la industria en general, con métodos como el just in time que, como la línea de montaje de Henry Ford, aún siguen siendo clave para la producción en masa de automóviles.
En el último año conocíamos, primero, el ambicioso plan de vehículos eléctricos con el que Toyota quería dar el próximo gran salto, después de convertirse en el auténtico referente de los coches híbridos. Más tarde, se hacía público que Toyota había decidido revisar por completo su estrategia de vehículos eléctricos, animada sobre todo por la evolución de Tesla en los últimos años y por los éxitos alcanzados recientemente. Estos días conocíamos también algunas de las conclusiones a las que habría llegado Toyota tras destripar un Tesla, en un proceso natural y frecuente en todos los centros de desarrollo de las marcas de automóviles, el de analizar cómo han sido diseñados otros coches.
Lo que no es tan común es que algunas de las reacciones de los ingenieros y responsables de Toyota trascendieran, en este caso con mucho detalle, y algunas citas que fueron recopiladas en el reportaje del periodista Hans Greimel para Automotive News.
Tesla como nuevo referente del coche eléctrico
Entre las reflexiones más destacadas de Toyota, la mejora significativa que se ha producido en la ingeniería de los últimos vehículos producidos por Tesla que, pese a no haber asistido a grandes transformaciones estéticas exteriores, han mejorado significativamente gracias al empleo de grandes elementos estructurales o que incluso la batería sea, en sí misma, un elemento estructural. El análisis de los productos de Tesla habría llevado a Toyota a reconocer que estaban ante una "verdadera obra de arte" y decidir que la única forma de crear buenos coches eléctricos, y hacer que sean competitivos, es diseñándolos desde cero como eléctricos, con plataformas y líneas de producción específicas para vehículos eléctricos.
Un paradigma alejado de la idea de transformar coches de combustión interna en eléctricos que, hasta hace poco, era la tónica dominante de los fabricantes de automóviles tradicionales.
A tenor de estas informaciones, la pregunta que debemos hacernos es bastante obvia, ¿cuál es el plan de Toyota a partir de ahora?
Toyota sigue impulsando sus híbridos, que a día de hoy están siendo clave para cosechar no pocos éxitos. En España, por ejemplo, Toyota se ha situado como el primer fabricante, el que más coches ha matriculado en el último año, aumentando cada vez más la distancia con sus más directos perseguidores y animada por la necesidad entre cada vez más compradores de adquirir coches con etiqueta ECO. Toyota también está trabajando en multitud de proyectos que aún confían en la combustión interna, incluidas las soluciones de combustión de hidrógeno.
En el ámbito de los eléctricos, es una de las pocas marcas que comercializa un coche de hidrógeno y que confía en que, con la expansión de la infraestructura de hidrógeno, la pila de combustible sea una solución adecuada ya no solo para el transporte por carretera, en general, sino también para los automóviles. Y, por supuesto, Toyota también está trabajando en una nueva oleada de vehículos eléctricos.
Toyota está preparando una nueva plataforma específica para vehículos eléctricos y lleva años desarrollando el que se espera sea el próximo gran avance de la tecnología de baterías, el electrolito sólido. Y los siguientes pasos que dará la marca japonesa irán encaminados, muy probablemente, a poner el foco en el software y a disponer de líneas de producción específicas para eléctricos y procesos de ingeniería en los que el coche eléctrico se desarrolle y ensamble desde cero, y no como una adaptación eléctrica del coche con motor de combustión interna de toda la vida.
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