Llega el ‘photoshop’ para el cine

Christian Bale adelgazó cerca de 30 kilos hasta quedarse en los huesos para protagonizar ‘El Maquinista’, y a continuación tuvo que comer deprisa para recuperar el tipazo que lució en Batman. Es el caso más extremo e incluso peligroso de las exigencias del guión.

Pero un instituto de informática en Alemania parece haber dado con la solución a estos duros sacrificios.

Un ejemplo es el de un vigilante de la playa al que se le aumentan sospechosamente los pectorales. Es una gran mentira de la técnica.

El nuevo software capturó la distinta morfología de 120 hombres y mujeres. Después se graba la imagen de una persona en movimiento, se le aplica los parámetros deseados -mayor o menor altura, cintura estrecha o gruesa, piernas más o menos cortas....- y transforma al actor o la actriz en un figurín o bien le saca unos michelines realmente inexistentes.

El mayor engorde conocido en la historia del cine lo protagonizó Robert de Niro en ‘Toro Salvaje’, que en la misma película pasó de ser un boxeador en plena forma a un perdedor fondón con 30 kilos más, sin recurrir al retoque con maquillaje.