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GENERARÁ DOS MIL MILLONES DE DÓLARES EN VENTAS
Un nanochip del tamaño de un grano de arroz, detecta gases, contaminación y conductores ebrios
Es más pequeño que un grano de arroz pero es capaz de prevenir explosiones, accidentes y envenenamientos. Además puede instalarse en teléfonos y otros dispositivos portátiles.El chip puede emitir una alerta al detectan una fuga de gas.
Los Laboratorios Nacionales de Investigación Aplicada de Taiwán han anunciado el desarrollo de un nanochip que detecta gases, productos tóxicos y conductores ebrios, para prevenir explosiones, accidentes y envenenamientos.
El nanodetector es lo suficientemente pequeño como para instalarse en teléfonos y otros dispositivos portátiles, y detecta monóxido de carbono, dióxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles y formaldehídos, dijo el investigador del NARL Hsueh Ting-jen, en rueda de prensa.
En Taiwán se han registrado numerosos accidentes de envenenamiento por monóxido de carbono y unas explosiones de gasoductos en 2014, que causaron la muerte de 32 personas y heridas a 321, lo que instó al NARL a desarrollar un chip que convierta dispositivos portátiles en detectores.
"Los teléfonos inteligentes con el chip puede emitir una alerta cuando detectan una fuga de gas o niveles insalubres de formaldehídos, un material cancerígeno comúnmente usados en pinturas y recubrimientos", indicó Hsueh. "El chip también puede ser utilizado en pruebas de aliento para el alcohol, detectar los niveles de dióxido y monóxido de carbono, y para controlar la calidad del aire", agregó el investigador.
Los datos recogidos por los teléfonos inteligentes individuales se pueden enviar automáticamente a los departamentos de bomberos y hospitales, lo que facilitará las respuestas de emergencia, señaló Hsueh. El chip, que es más pequeño que un grano de arroz, se hace con tecnología de nanopartículas y nanoporos para crear una película de detección fina que tiene un área de exposición grande y es de alta precisión, agregó el investigador. Puede resistir temperaturas de hasta 250 °C y utiliza diferentes metales para reconocer diferentes tipos de gases.
En la actualidad, sólo se comercializan detectores o mucho más grandes o de poca precisión. El NARL planea transferir la tecnología a un fabricante local para la producción de módulos que puedan utilizarse en teléfonos inteligentes. Se estima que el mercado de los detectores de gas llegará a los dos mil millones de dólares para el 2021 y que la producción mundial subirá de los actuales 1,2 millones anuales a los 350 millones anuales, según datos del NARL.
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