El “ojo” de Google inmortaliza instantes sorprendentes e inverosímiles

Una detención en directo, un bebé que huye a gatas de una tienda de lujo o dos buzos que recorren Noruega. Es el mayor chivato que circula por las calles de todo el mundo y desvela los secretos que nadie contaría.

Descubre los escondites de los niños que quieren ser encontrados, pero la cámara de Street View les pilla. O a un preso que huye a todo prisa, también le caza el objetivo indiscreto. Capta momentos tan puntuales y breves como increíbles. Porque aunque fotografíe a un extraterrestre en la Tierra, nos cuesta creerlo.

Un chico aprovechó que el coche de las 9 cámaras pasaba por su calle y le pidió matrimonio a su novia ante el objetivo que todo lo ve. Ve incluso, más de lo que debe: como las posturas comprometidas de algunas mujeres. Muchos consideran que captar su imagen, es una intromisión en su vida privada. Por eso, la cámara callejera de Google tiene miles de denuncias en todo el mundo. Y que difumine las caras y las matrículas no es suficiente. Sin embargo, hace otras fotografías que parecen sacadas de un documental. El objetivo entrometido ha llegado incluso, al punto de la carretera que podría ser el fin de todo.