Mientras suenan cánticos de batalla con Sony, Microsoft y Nintendo poniendo sus piezas en el tablero de las videoconsolas de nueva generación , una invitada se puede colar en la fiesta de las tres grandes. Se trata de Ouya, una máquina novedosa y sorprendente que está causando gran expectación.
Y es que Ouya es de todo menos convencional. Tanto por fuera como por dentro. Si visualmente nos recordará a un cubo de rubbik, por dentro será una especie de tablet transformada en consola. Ouya está hecha para soportar Android y para ser hackeada. Sí, para ser hackeada.
Porque Ouya es diferente a todo lo visto hasta ahora. Ouya es una máquina para que todo el mundo pueda ser desarrollador, para que cualquiera pueda programar a un juego y jugar a algún título que otro haya hecho. Una consola pensada para financiarse sólo mediante la publicidad.
Una consola creada gracias mediante el sistema de micromecenazgo, con el que se pretendía llegar a los 950.000 dólares necesarios para realizarla. En sólo 24 horas se superaron los dos millones para llegar a los 8,5 millones al cierre de dicha campaña.
Estará bien surtida de juegos
De nada valen estas ideas o números sin un catálogo de juegos que respalde la consola. Y lo tendrá. Al ya abundante número de títulos de Android se suman compañías respetadas en la industria del videojuego como Square Enix, EA, Namco Bandai... y otras muchas más. Y no sólo es eso, ya que Ouya será capaz de emular juegos de videoconsolas antiguas.
Pero el plato fuerte viene en forma de nube gracias al acuerdo con Onlive. La plataforma pondrá a disposición del usuario más de 80 juegos bajo demanda el día del lanzamiento de Ouya. Por juegos y diversión no será, y menos cuando se ha confirmado que soportará hasta cuatro mandos a la vez.
Cada vez queda menos para ver qué tal funciona el invento. Un invento que, además, no será precisamente caro para nosotros viendo cómo están los precios de las videoconsolas hoy en día. Ouya estará a la venta en marzo de 2013 por un precio de 99 dólares, que al cambio son unos 80 euros.
