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LA HIPERCONEXIÓN PUEDE SER PELIGROSA

Los programas de espionaje en los móviles se multiplican

Los móviles de última generación nos permiten estar hiperconectados. Accedemos a mucha información, pero miles de datos salen de nuestro terminal o, al menos, están accesibles en él para quien sepa rastrearlos. Un reclamo muy apetecible para los que se interesan por las vidas ajenas y, a la vez, un suculento negocio: los programas de espionaje se multiplican.

Que nuestra vida quepa en una mano para nosotros es útil, pero para el resto muy tentador. Si la escena le suena preste atención. En un minuto su pareja se convierte en detective. Vigilar los mensajes del móvil es más fácil de lo que parece.

Más de diez millones de españoles se comunican gratis con Whatsapp. Para todos los que desconfían la aplicación está en el punto de mira 600.000 resultados en la Red ofrecen soluciones al cotilla.

Pirateando el móvil se replica cada mensaje. Otras páginas van más allá. El precio lo revela y las condiciones lo dejan claro: el usuario ni se entera. Por 2.000 euros escuchamos llamadas y hasta el sonido ambiente. Algunos programas se dirigen sobre todo a matrimonios. Son aplicaciones en teoría ilegales pero tienen trampa.

Para controlar a menor precio también hay soluciones de andar por casa. Vídeos domésticos lo explican paso a paso. Otra forma de husmear lo ajeno a la fuerza.

 

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