Las "selfies" obligan a mejorar la cámara delantera de los móviles

El selfie que la presentadora de la gala de los Oscar Ellen DeGeneres se hizo con algunos actores es el más famoso del año. Fue visto por más de 43 millones de personas y, si tuviéramos que ponerle un precio, costaría unos 1000 millones de dólares.

Las autofotos están de moda y cualquier momento es bueno para disparar. Algunos incluso desafían al vértigo para lograr la mejor instantánea y se cuelgan desde los lugares más altos del planeta. Otros se llevan más de un susto: un "selfie adicto" no esperaba que de la ventanilla de un tren asomase repentinamente una pierna. Esta moda también ha generado parodias en la red.

Este año se tomarán casi 900 mil millones de instantáneas; esto supone que cada persona, en cualquier lugar del mundo, se tomará más de 120 fotos. Muchas serán selfies.

La NASA ya ha utilizado 36000 de esas fotos para recrear este mosaico de la Tierra. Son autofotos tomadas en 131 países. La mayoría se toman con el teléfono móvil y nadie se puede resistir. Obama también se hizo selfies: con el bateador David Ortiz, con Joe Biden y con la primera ministra de Dinamarca.

Por eso, la cámara que apunta al usuario ya no es un añadido. Algunos fabricantes se plantean mejorar su calidad añadiendo otro flash y más megapíxeles. Es la "revolución selfie" que arrasa en las redes sociales y que ha empujado incluso a cambiar las características de los teléfonos móviles.