Estados Unidos ha trasladado su guerra comercial con China a la cumbre de seguridad mundial que se celebra en Múnich. Han puesto en el punto de mira al gigante tecnológico Huawei, acusándole de ser una "amenaza" para la OTAN.
Washington ha pedido a los países europeos que no autoricen a la empresa china a instalar sus redes 5G. Según aseguran, los sistemas nacionales de defensa e, incluso, los propios usuarios pueden ser vulnerables a los ataques del gigante asiático.
Lo que hace esta quinta generación de redes de datos es multiplicar la cantidad de cosas conectadas a internet. Así, ya no sólo serían los teléfonos, también los coches y electrodomésticos tan simples como las bombillas.
Según Estados Unidos, si dejamos que sea China, a través de Huawei, quien monte la infraestructura de esas redes, antenas y servidores, tendrán acceso a todos esos datos, incluidas las comunicaciones militares, y podrían interrumpirlas. Sería un 'caballo de Troya' de la inteligencia china en Europa.
Desde el país asiático han desmentido esas acusaciones. Y ya hay países que estudian con Huawei la instalación de esas redes, como Reino Unido o Alemania. España está también en la línea de no vetar a ninguna compañía.