Walk-it, el andador inteligente que ayudará a los pacientes en su rehabilitación

Walk-it es el nombre del proyecto que han llevado a cabo investigadores de la Universidad de Málaga y que permite mejorar la información que reciben los terapeutas acerca de la evolución de sus pacientes. Se trata de un andador 'inteligente' que mide los movimientos del usuario al detalle para mejorar su rehabilitación.

Para lograr este objetivo, al caminador convencional se le han añadido sensores de carga en el manillar que permiten medir el apoyo ejercido en cada manilla durante la marcha. También se incluyen codificadores en las ruedas traseras que miden la velocidad y estiman la longitud del paso. Por último, se ha colocado un sensor láser que detecta el movimiento de los pies, la fase de la marcha o si existen obstáculos cercanos.

Todo esto permite obtener información sobre la velocidad del paso, si la pisada es simétrica o si se producen cargas parciales en la marcha. Datos que resultan muy relevantes en medicina para determinar qué ejercicios deben desarrollar los pacientes.

“Monitorizamos los pasos de la gente para que los médicos puedan valorar si los tratamientos de rehabilitación están funcionando o no. Hasta ahora, el paciente acudía a consulta y a través de una observación puntual, en la que además influyen los nervios, se tomaba una determinada decisión. Sin embargo, este sistema permite obtener datos mucho más fiables y fácilmente transmisibles a través de un teléfono móvil, por ejemplo”, destaca Cristina Urdiales, una de las investigadoras de la Universidad de Málaga.

Hardware y software liberado

Aunque, de momento, está dirigido especialmente a hospitales y residencias, lo cierto es que tanto el hardware como del software que han desarrollado está liberado para que cualquiera pueda acceder a él. Así se reducen los elevados costes que, en muchas ocasiones, supone hacerse con un andador de estas características.

Los andadores actuales en el mercado que monitorean el movimiento son escasos, hechos a medida y tienen un precio que oscila entre los 3000 y los 9000 euros.

El suicidio de un menor enamorado de una novia de la IA enciende el debate: "Es como decir que el Tinder mata"