Una madre que no puede sudar teme que pueda morir dentro de su piso "hirviendo"

Sadie French, de Plymouth, nació sin glándulas sudoríparas, lo que significa que su cuerpo no puede enfriarse con el calor. Se mudó a una propiedad de vivienda social el año pasado y afirma que le aseguraron que hacía "calor en invierno y frío en verano" después de informar al propietario sobre su condición médica.

Sin embargo, la mujer de 39 años afirma que su salud se ha deteriorado rápidamente desde que se mudó al piso "sobreaislado", lo que le está causando hasta "tres ataques por semana". Ella dice que las temperaturas dentro de su casa pueden alcanzar los 30 grados, según informa 'Metro'.

"El calor hace que mi cerebro se hinche y provoca ataques epilépticos. Puede ser mortal. Nací con él, pero nunca en mi vida tuve que lidiar con algo como esto. Hace mucho calor, es como si te bajaras de un avión en un país extranjero. El calor te quita el aliento. Es simplemente ridículo".

Sadie, madre de tres hijos, vive en su propiedad de Wyndham Street con su pareja y su hijo menor. Las imágenes compartidas por Sadie muestran la semana pasada que su casa tenía 30 grados en un día lluvioso cuando la temperatura exterior era de solo 14 grados. Ella afirma que esto no es inusual e incluso en invierno la temperatura en el interior rara vez cae por debajo de los 28 grados.

La compañía de vivienda, Guinness Partnership, dice que el piso tiene solo dos años y que no tiene fallas de diseño. Pero Sadie está desesperada por ser reubicada antes de que una de sus convulsiones provocadas por el calor tenga una consecuencia fatal.

Según explica, antes de mudarse, llevaba casi dos años sin sin convulsiones. "No había tenido una en 21 meses. Ahora las tengo tres veces a la semana", explica. "Cuando tengo convulsiones, comienza con un mareo y luego caigo al suelo. Si aterrizo en mi cráneo, la caída me matará".

Sadie está en la lista de espera para una propiedad del consejo de Devon Home Choice, pero siente que las autoridades locales no están tratando el asunto con urgencia. El calor natural de su departamento empeora por el hecho de que las ventanas apenas se abren.

En una carta, los médicos advirtieron al Consejo de Plymouth sobre el efecto devastador que su enfermedad relacionada con el calor, conocida como Anhidriosis, ha tenido en su vida. Dice que esta enfermedad le ha hecho perder su trabajo y su licencia de conducir y pueden ser "graves y potencialmente mortales".

Pero Sadie, una exlimpiadora, siente que "nadie quiere escuchar".