Avión

La ventana de un Boeing 787-8 se rompe y provoca el caos en el avión

Cuando estos hechos ocurren, el avión ha de descender un poco para reducir así la presión y planificar una desviación si es necesario.

Ventana de un avión

Ventana de un aviónPixabay

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El pasado veinte de agosto, en un avión que se encontraba de vuelta a Nueva York, desde Varsovia, se vivieron unos momentos de pánico entre los pasajeros. Una de las ventanillas comenzó a resquebrajarse cuando la aeronave iba a aterrizar en el aeropuerto John F. Kennedy.

Quienes se encontraban en la fila de la ventana se levantaron rápidamente de sus asientos. Mientras que el pánico se apoderaba de ellos la tripulación acudía a notificar lo ocurrido. Para no provocar una alarma mayor, uno de los miembros de la tripulación tranquilizó a los pasajeros y les pidió que mantuviesen la calma.

'The Aviation Herald' informó de que el Boeing 787-8 de Polish Airlines se encontraba a unas 300 millas náuticas cuando sucedieron los hechos, descendió a 10.000 pies y, tras 15 minutos, continuó hacia Nueva York para llevar a cabo un aterrizaje seguro. Además, han añadido que se trataba de la capa electro fotocromática, utilizada para oscurecer las ventanas, la que se encontraba dañada y no la estanqueidad de esta.

Cuando estos hechos ocurren, el avión ha de descender un poco para reducir así la presión y planificar una desviación si es necesario. Por eso el motivo de que la aeronave lo hiciese.

Los hechos no impidieron que el avión regresara a Varsovia, ya que fue intervenido momentáneamente para arreglar los daños, aunque hasta su llegada a Polonia no sería arreglada del todo.

De acuerdo con las regulaciones de la FAA, una ventana debe poder soportar una presión de al menos un 33% más que la presión exterior.

Un parabrisas dañado

A principios de mes, otro avión 787-8, de la misma compañía, tuvo que desviarse en su regreso a Varsovia al tener una grieta en el parabrisas.

El avión se dirigía a Toronto, el 14 de agosto, cuando se descubrió la grieta cerca de Stavanger, Noruega, por lo que el piloto decidió volver al destino de salida.

A consecuencia de lo ocurrido, el avión tuvo que descender 10.000 pies y tras 40 minutos retomó el vuelo para aterrizar en Polonia.

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