INGREDIENTE NATURAL ÓPTIMO
¿El aceite de rosa mosqueta sirve para las arrugas?
La rosa mosqueta es uno de esos ingredientes naturales que, una vez son tratados, se usan para elaborar productos y cosméticos. Se convierten en artículos que, gracias a sus propiedades, acaban siendo altamente beneficiosos, sobre todo para nuestra piel.
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Las arrugas son las consecuencias naturales del paso del tiempo, pues la piel envejece y pierde elasticidad y firmeza. Hidratarla a diario es una de las mejores formas para prevenir la aparición de las arrugas a largo plazo e incluso para suavizar su presencia. Y sí, existen productos de origen natural que nos pueden ayudar a lograrlo, como el aceite de rosa mosqueta.
Este fruto de nombre tan popular crece en arbustos de la familia de las rosas silvestres. El aceite tan demandado se extrae de las semillas de los frutos, cuyo prensado se hace en frío para preservar al máximo todos los nutrientes y las propiedades naturales. Probablemente, hayas oído hablar de esta sustancia y de todos sus beneficios, pero si aún no la usas en tu rutina de cuidado de la piel, no deberías tardar.
Beneficios de la rosa mosqueta
Muchos productos como cremas hidratantes, sérums o incluso geles de ducha incorporan entre sus ingredientes el aceite de rosa mosqueta. ¿Por qué? Pues todo se debe al extenso listado de beneficios que puede aporta a la piel.
Sin duda, su principal ventaja es la gran hidratación que consigue dar a la dermis, hecho que la salva de sufrir sequedad y tirantez. Además, es rica en todo tipo de vitaminas, como la vitamina A y, por si fuera poco, actúa como un maravilloso antioxidante natural -gracias a la vitamina C, entre otros- que nos ayuda a proteger tanto la piel como los tejidos.
También tiene una capacidad regenerativa por la gran cantidad de ácidos grasos esenciales que contiene, los encargados de la formación de nuevas células y, por ende, de curar la piel dañada. Por último, no está de más subrayar su efecto antiinflamatorio.
¿Puedo reducir las arrugas con aceite de rosa mosqueta?
Usando productos que la contienen, logramos mantener unos buenos índices de humedad en la dermis, algo que nos ayuda a luchar contra los efectos del paso de los años. El hecho de tener una piel bien hidratada contribuirá a eliminar manchas, estrías e incluso cicatrices, además de mejorar la elasticidad y la firmeza, regalándonos una piel mucho más saludable y joven.
Por ese mismo motivo, puede ser un ingrediente importantísimo para prevenir la aparición de las arrugas, así como líneas de expresión. Precisamente, es ese efecto rejuvenecedor el que lleva a muchas personas a elegir productos de belleza que incluyen este componente.
No solo lo indican sus propiedades. A lo largo de los años, múltiples estudios han querido constatar sus efectos.
Aceite de rosa mosqueta: estudios que demuestran su acción
Un estudio publicado en 2015 en larevista Journal of Agricultural and Food Chemistry,destacó la mejoría de la apariencia de la piel y la reducción de las arrugas. Su metodología se basó en un test, en el que una serie de participantes se tuvieron que aplicar una crema hidratante con aceite de rosa mosqueta durante cuatro semanas. La principal conclusión a la que llegaron es que, además de ayudar a suavizar las arrugas, la rosa mosqueta puede ser considerada un potente ingrediente natural efectivo para mantener saludable la piel.
En ese mismo año, se publicó otro artículo en la revista Clinical Interventions in Aging. Esta vez se realizó una revisión bibliográfica con la intención de constatar las propiedades del aceite de rosa mosqueta en la industria alimentaria y cosmética. En él, se demostró su capacidad hidratante, antiinflamatoria y antiarrugas, además de apoyar el argumento de que se trata de un componente muy eficaz.
A pesar de los estudios, los efectos del aceite de rosa mosqueta pueden variar según el tipo de piel y sus características, así que no debe entenderse como la única forma de reducir la apariencia de los signos de la edad. Una buena hidratación, una dieta saludable combinada con deporte y un correcto cuidado de la piel -protegiéndola del sol, por ejemplo-, nos ayudará a prevenir su aparición.
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