SUDOR Y CALOR
Cómo evitar que te suden los pies en verano
¿Se puede evitar esa sensación desagradable de que te naden en sudor los pies? Sí, se puede: ahí van unos truquillos.
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Si habitualmente te sudan los pies, qué decir de cuando suben las temperaturas y más en plena ola de calor: te da la impresión de que van nadando según andas por la calle. Pero hay solución, no inquietarse: un par de elementos a tener en cuenta y algún que otro truquillo y ya verás cómo mantienes el problema a raya.
Calzado adecuado
Nada de calzado barato de plástico: con eso sudan los pies de cualquiera y si padeces este problema, empeora sobremanera. Plásticos y gomas no dejan que el pie transpire, aunque solo vaya en suela. ¿Qué calzado es el más adecuado? Lona, cuero, esparto… Las alpargatas, por ejemplo, son una excelente (y económica) opción, amén de fresca para los rigores del verano. Si vas a llevar un zapato cerrado, no se te ocurra ponértelo sin calcetines: y por supuesto, nada de calcetines sintéticos. Lo mejor, los de nylon o de hilo.
Higiene adecuada
Damos por sentado que te duchas una vez al día pero si te sudan los pies habitualmente tendrás que tener en cuenta unos pluses: el jabón que utilices para los pies debe ser un jabón, a ser posible, astringente, que pueda regular el sudor. ¿Qué ingredientes van bien? Aceite esencial de salvia, talco, té enegro, aceite de árbol de té, coco… Cuando te laves los pies, seca bien entre los dedos.
Cuidado con lo que comes
Algunos alimentos harán que sudes más, aunque no te lo creas. ¿Cuáles? Ya hablamos de esto en alguna ocasión pero te recordamos unos cuantos como por ejemplo, el café, las carnes rojas, en general, los alimentos grasos, también, las especias y también, el inocente brócoli, el ajo y la cebolla. Le van bien al sudor el consumo de agua, el té, el limón y también, el tomate.
Remedios caseros
Luego puedes echar mano de alguna ayudita casera para contrarrestar el molesto sudor. Por ejemplo, viene de perlas que te hagas baños durante unos 20 minutos en agua en la que puedes poner sal de Epsom, también conocida como sal de higuera o sal inglesa. También, en una infusión de romero, menta y salvia o, simplemente y esto es remedio de la abuela, en bicarbonato de sodio diluido en agua. Después deja secar sin enjuagar.
También va muy bien el vinagre de manzana: basta añadir media taza de este vinagre en un litro de agua templada. Sumerge los pies en la mezcla y añade sal gruesa. Deja los pies en remojo el tiempo que te hemos dicho anteriormente.
Ya verás como estos remedios ayudarán a mantener a raya el sudor.
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