FACTORES QUE DAÑAN LA PIEL
Cómo el exposoma acelera el envejecimiento de la piel y qué puedes hacer para protegerla
Cada día, nuestra piel se enfrenta a múltiples factores externos que influyen en su aspecto y aceleran su envejecimiento. A este conjunto de agresiones se le conoce como exposoma y entenderlo es clave para cuidar y proteger mejor nuestra piel.

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A lo largo de nuestra vida, la piel está expuesta a numerosos factores externos que influyen directamente en su salud, aspecto y envejecimiento. Este conjunto de elementos que actúan sobre nuestras células cutáneas se conoce como exposoma. Aunque muchas veces no somos del todo conscientes de ello, el exposoma tiene un papel clave en cómo evoluciona la piel con el paso del tiempo.

Entre todos los factores externos, la radiación solar es uno de los más perjudiciales. La exposición al sol puede acelerar el proceso de envejecimiento de la piel. Los daños más habituales incluyen la aparición de arrugas, pérdida de elasticidad y manchas de pigmentación. Utilizar protección solar diariamente es muy importante para cuidar nuestra piel a largo plazo.
La calidad del aire que respiramos también tiene un impacto directo en nuestra piel. Varios estudios han demostrado una relación entre la contaminación ambiental y el envejecimiento prematuro. Cuanto mayor es la exposición a agentes contaminantes, mayor es la aparición de arrugas y manchas.
Fumar no solo daña los pulmones, también deja huella en la piel. El tabaquismo favorece el desarrollo de arrugas y contribuye a una pérdida general del brillo natural de la piel.
Lo que comemos también influye directamente en cómo se ve nuestra piel. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos con alto contenido en antioxidantes, puede ayudar a retrasar los signos del envejecimiento.

Además del estilo de vida, existen productos cosméticos formulados específicamente para proteger la piel de las agresiones externas. Muchos de ellos actúan como barreras frente a la contaminación y la radiación solar, y ayudan a prevenir la aparición de arrugas y a mantener un tono uniforme.

Cuidar nuestra piel supone tener en cuenta un conjunto de hábitos, desde la protección solar hasta la alimentación o evitar el tabaco. Porque el exposoma está presente cada día y nuestra piel es su reflejo.
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