IMPERFECCIONES
Cómo tratar el acné según sus diferentes etapas: claves para una piel sin granos
La eliminación del acné es una batalla que muchos enfrentamos día a día, y por eso hoy queremos enseñarte cuáles son las mejores maneras de combatirlo, dependiendo de la fase en la que se encuentre.
Publicidad
Sabemos que el acné es un problema que afecta a muchas personas, sobre todo en la etapa de la adolescencia y con las alteraciones hormonales. Hay pieles tienen a tener más acné que otras y es algo que siempre hemos querido eliminar de nuestra piel para que se vea lo más limpia y unificada posible. Por eso hoy os traemos este artículo donde os diremos cómo tratar el acné dependiendo de la fase en la que se encuentre.
El acné puede presentarse de múltiples formas: quistes, granitos, inflamación y cicatrices. Aunque sus manifestaciones son diversas, todas comparten un mismo origen. Abordar el acné de forma efectiva requiere entender cómo se desarrolla y aplicar tratamientos adecuados en cada fase, tal y como detalla el Dr. José María Ricart, director médico de IMR.
La raíz de la actividad del acné proviene de la testosterona sobre las glándulas pilosebáceas, lo que desencadena la formación de quistes que pueden inflamarse, originando granos y, en algunos casos, cicatrices.
Fase 1: Actuar desde su origen
Para combatir el acné en su etapa inicial, el uso de isotretinoína, un derivado de la vitamina A. Este fármaco reduce la producción de sebo y limita la acción de la testosterona en las glándulas sebáceas. Según un estudio, trabajar en microdosis ayuda a obtener unos mejores resultados. Según el Dr. Ricart, este enfoque que propone el estudio, hace que se prolongue el tratamiento, pero minimiza los efectos secundarios, proporcionando mayor comodidad al paciente y asegurando resultados efectivos. Además, permite que las glándulas se reduzcan progresivamente, dificultando la formación de quistes.
Fase 2: Eliminación de quistes con peelings
Cuando los quistes ya están presentes, los peelings con ácido salicílico son una herramienta clave. En esta etapa, se realiza una extracción cuidadosa de los quistes, seguida de la aplicación de un ácido de baja potencia, como el salicílico, como explica el Dr. Ricart. Este procedimiento no solo previene que los quistes se conviertan en granos inflamados, sino que también exfolia la piel, promueve la renovación celular y reduce las irregularidades cutáneas gracias a las propiedades queratolíticas y antiinflamatorias del ácido salicílico. Como complemento, se aplica protección solar para garantizar una recuperación óptima.
Fase 3: Tratamiento de granos inflamados
En los casos donde predominan los granos inflamados, la terapia biofotónica, es una opción eficaz. Este tratamiento combina un gel específico con luz multiLED para reducir la inflamación, eliminar bacterias, estimular la producción de colágeno y reparar los tejidos. Además, tiene efectos prolongados, actuando incluso un año después de la última sesión. El Dr. Ricart destaca que esta técnica es segura para cualquier edad y temporada, y su capacidad para prevenir cicatrices la convierte en una aliada imprescindible.
Fase 4: Prevención y tratamiento de cicatrices
La mejor forma de abordar las cicatrices de acné es prevenir su aparición. La terapia biofotónica no solo combate la inflamación, sino que también evita que se formen nuevas marcas. Para cicatrices ya existentes, recomiendan también el uso de tratamientos con exosomas y polinucleótidos, aunque recalcar que lo mejor es estudiar el caso y adaptarlo a lo que mejor convenga. El Dr. Ricart subraya que las cicatrices más antiguas son las más difíciles de eliminar, pero con un enfoque personalizado se pueden lograr mejoras significativas.
Publicidad