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Diez errores que cometes cuando te depilas

El mundo de la depilación es infernal para cualquier mujer, que sufre en mayor o menor medida el drama de eliminar el vello de cualquier parte de su cuerpo, a menudo con una obsesión enfermiza, en algunos casos prácticamente a diario. El primer error que cometemos a la hora de depilarnos es precisamente ese, llevar en ocasiones demasiado al extremo el hecho de no tener jamás un pelito de más en ningún sitio, cosa a la que los hombres, generalmente felices con sus pecholobos y sus pelambreras en la espalda, dedican mucho menos tiempo que nosotras.

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Para que la depilación de cualquier parte del cuerpo sea un éxito, es importante no cometer estos diez errores.

No escoges bien el método depilatorio

Si tienes problemas de circulación o dermatológicos, si tienes varices o la piel atópica y excesivamente delicada, tal vez la cera caliente no sea la mejor opción. Emplea bandas de cera fría, algo menos efectivas (no abre tan bien los poros) pero mucho mejor para la piel y la circulación. Si no tienes demasiado vello y no te crece muy rápido, una buena crema depilatoria puede ser suficiente para ti, pues es sencilla de usar, no daña la piel y, aunque no arranca el vello de raíz, es más que suficiente si no tienes demasiado. Si eres peluda, olvida las cuchillas y las cremas, pues el vello te irá saliendo de forma cada vez más fuerte, y trata de escoger una cera caliente de buena calidad.

Te depilas tú misma

Es cierto que no siempre tenemos tiempo de acudir a un centro, pero está claro que los resultados siempre mejoran cuando nos depila alguien. No quedarán esos pelillos en la parte trasera del muslo a los que es muy complicado acceder, y las zonas íntimas, como la ingle o la zona perianal, siempre quedarán más limpias cuando nos depila un profesional.

Depilación integral de la zona genital

No, no y no. No hay que depilarse por completo la zona genital, ya que si el vello está ahí es por algo. Eso no significa que no lo puedas arreglar y reducir, pero numerosos ginecólogos alertan de que en los últimos años el número de infecciones genitales ha ido en aumento precisamente por la ausencia de vello que ejerce de barrera contra infecciones. Así pues, brasileñas sí, depilación integral, jamás.

Usas unas pinzas viejas (y malas)

Cuántos desbarajustes hemos visto en las cejas perpetradas por pinzas viejas y maluchas. Cuando vayas a hacerte con unas pinzas, escoge siempre unas que se encuentren entre las más caras, que agarren bien el vello y lo eliminen sin problemas. Las pinzas de mala calidad harán que el pelo de las cejas no se agarre bien y acabes sacando tres o cuatro a la vez, lo que puede dar lugar a un auténtico desastre en una zona de la cara tan visible y que hay que depilar con sumo cuidado.

Depilación
Depilación | iStock

Calientas demasiado la cera

Cuidadito con las depilaciones caseras con cera de la que se calienta en el microondas, ya que a menudo la usamos demasiado caliente y nos puede quemar, algo especialmente terrible cuando la utilizamos en el labio superior. Para esta zona, es recomendable utilizar bandas de cera fría, siempre disponible, sencilla de usar, rápida y –todo tiene un pero– terriblemente dolorosa. Para depilar las piernas, es totalmente desaconsejable calentar la cera en el microondas, pues estará durante muy poco rato a la temperatura adecuada, se enfriará enseguida y no mantendrá sus propiedades.

Te decoloras el vello

Solo en pocas ocasiones, cuando el vello es realmente muy fino y sutil, es posible que el decolorado no sea dramático. Nada peor que esos bigotazos rubios o esas grandes pelambreras alborotadas en los brazos que parecen de una albina pero son en realidad de alguien con un melenón negro en la cabeza. Puesta a dejarte el vello, que sea de tu color natural.

Te echas crema antes de depilarte

Ni body milk, ni cremas hidratantes en la cara. Antes de depilarte la piel debe estar convenientemente seca (de hecho, es recomendable utilizar polvos de talco para asegurarnos de que la cera se fije bien y podamos eliminar uno a uno todo el vello), y es después cuando debemos hidratarla convenientemente, además de aplicar algún producto calmante.

Te pones al sol tras depilarte

Lo ideal es dejar pasar algo de tiempo entre la depilación y el contacto de la piel con el sol, especialmente si se trata del vello facial, una zona en la que suelen aparecer manchas. La piel está demasiado sensible tras la depilación y, por ejemplo, si te depilas con cuchilla e inmediatamente te bañas en el mar, es probable que la sal del agua te irrite la piel.

Te pasas la cuchilla en seco

Ni siquiera aquellos días en que vayamos cortísimas de tiempo es recomendable pasar la cuchilla en seco, pues puede irritar la piel, además de que no cortará el vello con tanta eficacia como si usamos jabón.

¡Ay, los pelillos de la nariz!

Es frecuente que te depiles bien el vello del labio superior y te dejes, sin querer, unos pelillos negros que emergen de la nariz, en la parte alta del labio superior. Por tanto, es imprescindible, en cualquier caso, armarnos con las pinzas y retirar manualmente y con paciencia cualquier pelo algo más largo que no se haya retirado completamente con la cera.

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